El municipio de Castro Urdiales, en Cantabria, sigue en shock por el asesinato de Silvia, de 48 años, a manos de su hijo mayor, de 15 años. El adolescente, para quien un juzgado de Santander ordenó internamiento durante seis meses (prorrogables), una decisión temporal, se enfrentará a una pena máxima de cinco años de privación de libertad.
El joven de 15 años ha confesado ser el autor material de la muerte de su madre, a quien arrebató la vida a puñaladas el pasado miércoles. Junto a la ayuda de su hermano menor, de 13 años, trasladó el cadáver hasta el coche familiar, aparcado en la vivienda en la que residía la familia, y trataron de simular un secuestro (intentaron engañar a la abuela diciendo que les trataron de raptar y que ellos pudieron escapar).
El hermano mayor ha asegurado que hace unos meses denunció en el instituto sufrir maltrato, especialmente de su madre, pero la Guardia Civil asegura que no hay constancia de ello, salvo que la tensión en el seno de la familia creció de forma considerable por las medidas que tomaban los padres por obtener malos resultados académicos. Los abuelos y el padre de los menores, al declarar ante los agentes del Instituto Armado, han negado los malos tratos.
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Los agentes de la Guardia Civil que investigan el caso han tomado declaración a varias personas en el instituto del hijo mayor de la madre asesinada para tratar de esclarecer qué es lo que contó el adolescente de 15 años respecto a los supuestos malos tratos que sufría desde hacía dos años. Por ahora no hay ningún testigo que corrobore la versión del maltrato hacia el menor.
La fiscal encargada del caso puede pedir a los forenses un informe de credibilidad sobre las declaraciones del menor de 15 años (quien alega que sufrió malos tratos, especialmente por parte de su madre, y por lo que avisó a un profesor de su instituto) y el abogado de la defensa deberá demostrar esos presuntos malos tratos. El juez podría tenerlo en cuenta a la hora de fijar los años de internamiento del autor confeso del crimen, el hermano mayor. El hermano menor, mientras, continúa en un centro de menores de atención social y no puede ser juzgado.
El arma que empleó el menor de 15 años para apuñalar a su madre en el cuello sigue sin aparecer. Este viernes, los investigadores han analizado la cocina del domicilio, porque sospechan que se utilizó un cuchillo de la cubertería que luego fue lavado. No obstante, también se realizaron batidas en la víspera en el Parque Cotolino, en el que localizaron a los hermanos en la madrugada del jueves para indagar si se encontraba en la zona.
Los compañeros de Silvia, la madre asesinada en Castro Urdiales, siguen incrédulos: "No tengo palabras", ha comentado ante los medios este viernes una trabajadora del Hospital de Cruces de Barakaldo, en Vizcaya, donde trabajaba la víctima. Los sanitarios han preferido mantenerse al margen de prestar más declaraciones ante el shock y el dolor.
La investigación de los agentes encargados del caso continúa. Se han llevado a cabo varias inspecciones y otra serie de indagaciones.
El ambiente en el que vivían los dos menores estaba basado en una disciplina férrea, poca libertad y mucha exigencia, pero no hay evidencias de malos tratos.
Los abuelos y el padre de los menores de Castro Urdiales han negado los malos tratos a los hermanos, como alegó el mayor de ellos, en su declaración ante la Guardia Civil. El Instituto Armado ha realizado indagaciones y afirma que no hay constancia de violencia ni en la casa ni en el colegio (que lo hubieran detectado los profesores en los últimos años).
Los investigadores del caso barajan que el caso no ha sido premeditado, sino que se produjo tras una fuerte discusión (al parecer motivada por las riñas por las malas notas). El hermano mayor ha insistido en que advirtió a un profesor de que sufría malos tratos desde hacía dos años.
Los investigadores de la Guardia Civil están comprobando loscuchillos de la casa de la mujerque apareció muerta, con signos de violencia, en Castro Urdiales, ya que creen que entre ellos está el arma que provocó la muerte de esta madre, de 48 años, cuyos hijos menores fueron detenidospor su relación con estos hechos. Según han informado a EFE fuentes próximas a la investigación, Silvia L.G. fue apuñalada con un cuchillo y el arma pudo ser limpiada y guardada de nuevo entre la cubertería que tiene en su cocina esta familia.
Los investigadores de la Guardia Civil están comprobando los cuchillos de la casa donde fue asesinada la mujer, en Castro Urdiales. Creen que entre ellos está el que habría usado el mayor de los menores contra su madre, de 48 años. Fuentes próximas a la investigación han informado que la mujer fue apuñalada con un cuchillo que pudo ser limpiado y guardado de nuevo entre la cubertería que tenía la familia en la cocina.
La ley de Responsabilidad del Menor vigente en España, y que se ha reformado en varias ocasiones, solo se aplica a los menores de entre 14 y 17 años. Por tanto, a los menores de 13 años o menos no se les puede exigir que sean responsables de sus actos si delinquen. A estos menores inimputables solo se les puede aplicar las medidas de reinserción y ayuda previstas en el Código Civil.
Las familias de algunas víctimas de menores de edad llevan mucho tiempo que se cambie la ley del menor. Entre ellas, una de las caras más conocidas es la de la madre de Sandra Palo, una niña brutalmente violada y asesinada hace más de 20 años en Getafe. El hijo menor, de 13 años, de la víctima de Castro Urdiales, está de momento en un centro de protección de menores pero no responderá ante nadie por sus actos.
La coordinadora de asociaciones de adopción y acogimiento (Cora) ha pedido, en un comunicado, que no se estigmatice a los niños adoptados tras la detención de dos menores en Castro Urdiales (Cantabria) por la muerte de su madre.
La coordinadora ha considerado "inadmisible" la revelación de datos sobre su vida privada, que "supone una clara vulneración de su derecho a la intimidad". "La mención a este tipo de información no aporta ningún dato relevante para la terrible noticia que nos ocupa, al contrario, esta información contribuye a aumentar el morbo de la misma y a estigmatizar a todo el colectivo de personas adoptadas", ha lamentado Cora.
Ha recordado que en los últimos 25 años se han formalizado más de 75.000 adopciones y "la inmensa mayoría llevan vidas normalizadas".
Los dos hermanos acusados en la muerte de su madre en Castro Urdiales deberán pasar pruebas psicosociales encaminadas a determinar qué tipo de ayuda y reinserción necesitan. En el caso del mayor, de 15 años, estos exámenes psicoforenses son claves para determinar su responsabilidad penal por parte de la justicia.
La Guardia Civil ya ha levantado el cordón policial que había sobre la urbanización de Castro Uridales, donde los dos hermanos presuntamente, mataron el miércoles a su madre. Agentes especializados de la Guardia Civil han estado toda la mañana de este viernes trabajando, haciendo fotografías y recabando información y pruebas en la vivienda familiar.
Los dos menores están bajo custodia, en un centro de protección el menor de 13 años y en un centro de menores con régimen cerrado el de 15.