El vecino del chalet número cuatro del lugar donde vivía la mujer presuntamente asesinada por sus hijos se ha acercado a un equipo de 'TardeAR' tras escuchar el testimonio del mayor de los menores. En su declaración alegaría que sufrían presiones y malos tratos y que este vecino en particular se había quejado de los gritos y el ruido que salía de su casa.
Alberto y esta familia han vivido pared con pared durante 11 años y nos explicaba: "Nosotros, cada vez que nos levantábamos escuchábamos los chillidos, siempre era no has hecho esto bien o no has recogido esto bien o las notas... Siempre había chillidos, decíamos 'Joé ¡Qué pena! parece como que los críos están continuamente cohibidos. Es una saturación total".
Eso sí, Alberto dejaba claro que para él, lo ocurrido es "una pena" y no hay palabras para describirlo, pero añadía: "Lo que se oía tampoco era bonito, todo el día con broncas hacia los niños, para mí no es lo justo, vamos".
"Yo, si grito a mis hijos ¿Cómo van a ir al colegio? Pues con ansiedad, no es normal, es algo que no es normal", comentaba este vecino que insistía en que lo que ha pasado es "injustificable" pero añadía: "Siempre tiene que haber algo".
"A esos críos les hemos tenido desde que han venido en palmitas no les ha faltado nunca de nada", dice la tía de los niños, que aún no entiende qué ha pasado: "¿Os podéis imaginar que le llamen y le digan que sus hijos han matado a su mujer? Es de locos".
Por otro lado, quería desmentir las informaciones que se están publicando: "No sé qué ha pasado pero están poniendo cosas de mi hermano y de mi cuñada que no pueden defenderse. Ahora que si les maltrataban y me subo por las paredes".