Si la relación entre Rocío Flores y su madre, Rocío Carrasco, es mala, y la de la joven con Fidel Albiac, no es mejor. En sus primeras apariciones televisivas (GH VIP y Supervivientes), la joven Rocío dejó ver que no le cae bien el marido de su madre, que cree que no ha ayudado a que entre ellas haya buena relación e incluso llegó a insinuar que es el culpable de que Carrasco no le coja el teléfono. Pero no siempre tuvieron esta relación.
‘Viva la vida’ hace un repaso por la hemeroteca y descubre imágenes en las que una pequeñísima Rocío de tan solo seis años se abraza y besa en público a Fidel. La relación entre ellos parece de lo más cercana y cariñosa y si nos remontamos a vídeos de aquella época, siempre aparece él llevando tanto a la niña como a su hermano David de un lugar a otro, en coche.
Pero hubo algo que lo cambió todo. Una portada en la que aparecían las siguientes declaraciones de Antonio David: “Me enferma ver a Fidel con mis hijos”. Esto, junto con las continuas intervenciones de éste en los platós de televisión hablando mal de Fidel y de Rocío, comenzaron a coincidir con una actitud rebelde de la niña, ya adolescente, hacia su madre y su pareja.
Fidel empezó a ser cuestionado públicamente mientras que Rocío hacía comentarios sobre él bastante negativos a través de sus redes sociales. Deja entrever que le tiene demasiada estima y le deja en evidencia con comentarios fuera de lugar. Pero, tal y como hemos visto a través de este repaso, no siempre fue así. ¿Qué pasó para que todo cambiara entre ellos?