Samanta Villar lleva más de diez años en Mediaset. Una década en la que nos ha ofrecido todas las caras de la realidad desde su punto de vista, al natural y siempre sin filtros. Desde que se estrenó en 2009, nos ha dejado grandes reportajes que han estado cargados de momentazos.
La periodista nos ha hecho reír, emocionarnos y, para qué mentirnos, en más de una ocasión nos ha tenido con el corazón en un puño con sus reportajes más arriesgados. Justo de eso queremos hablar hoy, de aquellos trabajos con los que Samanta Villar tuvo en vilo a todos los espectadores.
La periodista tuvo muchas vivencias en ’21 días’, pero la primera fue de lo más heavy. En 2009, Samanta Villar tuvo que pasar más de dos semanas viviendo en la calle y experimentó en sus propias carnes el miedo a la soledad. Durante una madrugada, unos jóvenes tiraron y rompieron la caja en la que dormía y Samanta se despertó temblando por el susto.
No fueron más light sus más de dos semanas sin probar bocado. La periodista tuvo que estar dos semanas consumiendo lo mínimo para experimentar qué se sentía y los cambios que experimentaba su cuerpo. Fue un reportaje de lo más arriesgado y la periodista llegó a experimentar naúseas y malestar.
En ’21 días’ también vimos a Samanta Villar trabajando codo a codo con unos profesionales de la mina. Allí vivió el miedo en sus propias carnes y llego incluso a plantearse dejar el reportaje a medias. Aseguró que eso era “lo peor” que había hecho en su vida.
El equipo de ‘Conexión Samanta’ acompañó a la periodista en su viaje a México en 2011, donde pasó unos días en Ciudad Juarez, la más violenta del mundo y en la que los asesinatos aumentaban los fines de semana. Allí salió a patrullar con la Policía Federal y vivió algunos momentos de mucha tensión.
Pero si hablamos de sus momentos de más riesgo, no podemos olvidarnos del día en que Samanta Villar salió ardiendo en un episodio de 'Conexión Samanta' en 2012. En su visita a una escuela de especialistas de cine, la periodista probó en sus propias carnes qué se siente al estar en llamas e hizo una escena al más puro estilo Hollywood.