Lydia Lozano contaba con un servicio que no tienen el resto de sus compañeros: peluquería y maquillaje. Lo perdieron todos con el inicio de la pandemia y lo recuperó ella tras ser operada de cervicales.
Sin embargo, un comentario de Kiko Hernández y Kiko Matamoros Kiko Matamoros acabó con este ‘privilegio’ de la colaboradora, algo que ella no lleva nada bien y esta polémica ha hecho despertar otras antiguas, como el adjetivo de “mala compañera” que muchas veces le han adjudicado.
“Estáis dando al espectador una imagen de que soy falsa y mala compañera”, se quejaba la colaboradora, recordando que le han tachado de “chupacámara” y la han descrito como una persona que está todo el día pendiente de la televisión.
“¿Lo de mala compañera es lo peor?”, le preguntaba Jorge Javier Vázquez y ella lloraba: “Sí, porque no me lo considero”. Y es que cree que su mayor fracaso es que la vean como tal cuando no lo es: “Yo sé cómo reacciono ante el problema de un compañero y creo que siempre estoy ahí”.
“Creo que no se fían de mí”, decía la colaboradora rompiéndose y es que se ha visto en situaciones como cuando alguien en los pasillos la ve acercarse y dice: ‘cuidado que viene Lydia y lo cuenta todo”. Nos daba un nombre, el de Belén Esteban, aunque Gema López le explicaba que Belén dice eso en broma de muchos compañeros. Lo cierto es que cree que aunque le ha costado, ha conseguido que Belén se fíe de ella.
No es la única, Kiko Hernández también se fía de ella aunque han pasado años de agrios enfrentamientos en directo: “Yo sí me fío de Lydia porque últimamente lo he recuperado con ella”.
Quien también se fía de ella es Jorge Javier Vázquez, que dedicaba unas palabras a la colaboradora que hacían que se emocionara: “Ella es muy discreta, respeta”.
Lo que no podía entender Kiko Hernández era que su compañera hubiera montado "un pollo" por no tener ya maquillaje y peluquería: "Es de no estar bien de la cabeza".
Y hay más porque, según Marta López, Lydia Lozano no solo se quejó de no tener servicio de maquillaje, también criticó a quien sí lo disfruta: Belén Esteban.