Marta López asegura que Lydia Lozano mostró "celos" hacia Belén Esteban porque la maquillan en plató y a ella no. La colaboradora de 'Sálvame' contaba con este servicio tras su operación de cervicales, pero luego se lo quitaron tras considerar que estaba recuperada. Sin embargo, la aludida lo niega todo y se enfrenta a Marta López.
Desde que empezó la pandemia provocada por el Covid-19, ninguno de los colaboradores de 'Sálvame' cuentan con servicio de maquillaje y peluquería en la cadena. Todos ellos se arreglan en casa o por su cuenta, pero no era el caso de Lydia Lozano.
La colaboradora recuperó este servicio dado que estaba convaleciente tras ser operada de las cervicales. Sin embargo, sus bailes en plató y su forma de moverse despertaron las suspicacias de los 'Kikos'. Hernández y Matamoros se quejaron y la dirección tomó una decisión: quitar este servicio del que disfrutaba la colaboradora.
Con lo que no contaba Lydia es con que también le pasara en 'Supervivientes' y vivió un momento de tensión y agobio porque llegó a la cadena con el pelo mojado y no tenía ni tiempo ni forma de arreglarse. Según Kiko Hernández, su compañera montó "un pollo" y hay alguien que la escuchó en los pasillos: "Es de no estar bien de la cabeza".
Tras muchos minutos de intriga, Lydia Lozano se enteraba en directo de quién la acusaba: Marta López. “Lydia estaba muy nerviosa, lo estaba pasando mal porque no la querían maquillar”, aseguraba. Es más, asegura que hubo gente que la escuchó hablar de alguien de ‘Sálvame’, en concreto de Belén Esteban: “Interpretaron que tenías celos de Belén porque a ella la maquillaban”.
“¡Ah no, no, no!”, se quejaba Lydia marchándose de la sala en la que estaba: “Aquí suposiciones no, ¡En la vida! Yo en ningún momento nombré a Belén ¡Punto y final! Se acabó la conversación, no voy a hablar de gil***, pero si yo no he hablado contigo ni de maquillaje ni de peluquería”.
Minutos antes y ante la polémica, Lydia Lozano se derrumbaba. Cree que sus compañeros dan de ella una imagen de "falsedad" y lo que más le preocupa, de mala compañera, cosa que no es. "Creo que no se fían de mí", decía.