Marta López Álamo sube muchas stories a Instagram cada día porque, además de modelo internacional, es influencer con casi 380.000 de seguidores en esta red social, además de los más de 135.000 que tiene en TikTok. Pero durante los últimos días la esposa de Kiko Matamoros ha rebajado su nivel de publicaciones y ha querido explicarle a su comunidad virtual con un escueto comunicado difundido en sus historias que el motivo es su delicado estado anímico.
En unas pocas líneas, la mujer del que fuera colaborador de 'Sálvame' ha revelado que no está en su "mejor momento anímicamente" y que esa es la razón por la que está un tanto desaparecida de las redes sociales, en las que habitualmente narra su rutina, reflexiona en voz alta y comparte sus andanzas en el mundo del modelaje. "Me siento un poco desmotivada con todo y, aunque intente ser positiva, a veces no sale", ha añadido.
Ese ha sido el único motivo que Marta López Álamo ha dado al hablar de su bajón anímico, pues no ha querido entrar a dar más detalles, como ya hizo hace un par de meses, cuando subió un vídeo llorando que causó mucho revuelo - se especuló que estaba triste porque su pareja se estaba acercando a su hija, Anita Matamoros - y nunca quiso aclarar el por qué de sus lágrimas.
"Os lo quería contar porque no me veis por aquí mucho (en stories) por eso y, si os pasa, no estáis solos", ha comentado la influencer, mostrando un rayo de esperanza y de comprensión a aquellos seguidores que se encuentren atravesando un bajón anímico por falta de motivación en general. Tras esta confesión, ha compartido unas instantáneas y un vídeo de su último trabajo en París como modelo, en el que ha podido contar con un espectador muy especial: su marido, que por primera vez en cuatro años de relación la ha visto desfilar en directo.
Sus seguidores le han recomendado que se centre en su trabajo, le han dicho que está guapísima y alguno le ha pedido que cuente más acerca de lo que le ocurre para poder entenderla mejor, pero lo que todos comparten es su deseo por verla recuperada anímicamente pronto.