Un joven colombiano, de 25 años, con algún antecedente por estafa y que vivía en Irún desde el mes de febrero. Así era la vida de Nelson David M.B., el presunto asesino en serie de Bilbao, que ayer mismo se entregaba en una comisaria de la Ertzaintza, de manera voluntaria, tras saber que estaba en búsqueda y captura y al ver su rostro difundido por todos los medios de comunicación.
Era el hombre más buscado de España y, sin miedo, decidió enfrentarse a los cargos de los que se le acusa como culpable, entre ellos la muerte de cuatro hombres en la ciudad vasca. Su intención, "colaborar" con la policía.
Nelson David quería empezar una nueva vida en Irún y dejar atrás su pasado. Se echó una novia hace pocos meses y se fue a vivir con ella, y con su suegra, a la ciudad fronteriza. Los tres vivían en un piso, que hoy los agentes han estado registrando durante horas y con ayuda de perros especializados. Además de pareja también tenía empleo. Trabajaba en un asador de pollo, empleo que le consiguió su propia suegra, a quien le daba pena su situación sin papeles.
Nelson tenía antecedentes por estafa, algún delito menor y una orden de expulsión. Llegó a Irún en febrero y desde entonces ayuda en una pollería de la ciudad. Lugar donde vive con su novia y su suegra. Ambas están convencidas de la inocencia del joven de 25 años. "Estamos convencidas de que es un error", afirma la suegra. La misma que asegura que en diciembre, cuando intentó asesinar a su última víctima y fue denunciado a la policía, no se encontraba en Bilbao. "Pasó las Navidades con mi hija en Murcia. Imposible", asegura.
Poco sociable y en una ciudad nueva, los expertos hablan de una personalidad complicada y de un comportamiento perverso que, presuntamente, buscaba, entre sus víctimas, conseguir la mayor cantidad de dinero posible. De momento, la investigación continúa.