La sociedad vasca permanece conmocionada ante el caso que ha conducido a la detención de Nelson David, el joven colombiano, de 25 años, al que se relaciona con la muerte de, al menos, cuatro personas en Bilbao. Fue este jueves por la tarde cuando él mismo se entregaba voluntariamente después de que se divulgase su fotografía.
“Voy a dar la cara porque no tengo nada que ver con eso”, dijo a los agentes, negando así su implicación en unos hechos que le han llevado a ser directamente el sospechoso de ser el presunto asesino en serie de Bilbao.
Escondiendo su rostro bajo una capucha, hoy se ha visto cómo los agentes le conducían a un registro en la casa de Irún, Guipúzcoa, donde vivía desde febrero. Una vivienda situada cerca de la tienda en la que trabajaba y que pertenece a la madre de la chica con la que mantiene una relación.
El sospechoso niega su implicación en las muertes, pero lo cierto es que los investigadores tienen pruebas en su contra. Concretamente, se le buscaba después de que, en el mes de diciembre, un hombre le denunciase por intento de homicidio; por un intento de estrangulamiento.
Tras conocerlo a través de una aplicación de contactos, Nelson David fue a su casa y, según el denunciante, intentó drogarlo con éxtasis líquido; algo que coincidiría con el modus operandi relacionado a las cuatro muertes que se investigan.
En aquella ocasión, el denunciante y el ahora detenido forcejearon. Este último presuntamente lo golpeó y quiso estrangularlo, pero la resistencia de la víctima y sus gritos hicieron que Nelson huyera olvidando su documentación y la droga. Fue una huida precipitada y dejó atrás pruebas en su contra.
Tras ello, la muerte repentina de un profesor de 43 años en Bilbao, así como el saqueo posterior de su cuenta bancaria, encendieron todas las alarmas, y es que, además, próximas en el tiempo los investigadores descubrieron otras tres muertes sospechosas.
El perfil de las víctimas era parecido: varones homosexuales, usuarios de una web de citas, muertos de una forma repentina tras la cual habían vaciado sus cuentas corrientes.
El modus operandi sería similar: tras quedar por la aplicación en casa de las víctimas, anulaba su voluntad con la droga; con el éxtasis líquido. Así, conseguía las claves para sacarles el dinero.
El cruce de datos llevó hasta él: Nelson David, quien cuenta con antecedentes por estafa y algún delito menor, además de una orden de expulsión.
El sospechoso se movió también por Valencia y Madrid, e investigan qué pudo pasar allí.