Tiene un aspecto amenazante pero dentro esconde un manjar exquisito. Es el erizo de mar, el caviar gallego, según lo definen algunos algunos. Se pesca de forma artesanal. Los marineros bajan a las rocas y los capturan con un saco y un rastrillo. Esta temporada en Galicia se han extraído más de 100 toneladas.
Su extracción sólo está permitida durante siete meses al año, y, como máximo, 120 kilos por embarcación. Su valor se ha multiplicado. Ha pasado de cuatro a ocho euros el kilo en lonja y ha despertado el interés de los mercados internacionales.
Antonio Muiños, Gerente de Portomuiños, asegura que lo mandan a toda Europa y a varios países de Asia. Se aprovecha el 10% del producto, sus gónadas. Para conseguir un kilo de este preciado caviar se llega a pagar más de 100 euros.
Ahora también despunta como producto delicatessen. Según el chef Tino Otero, el erizo "tiene un toque dulzón y salino que combina muy bien con salsas". Crudo, en conserva y al natural, el erizo de mar conquista los paladares más exquisitos.