El temporal marítimo de los últimos días en el Levante español está causando estragos. Una vez más, la costa alicantina ha sufrido el daño de las olas, que se han tragado la poca arena de la playa de Babilonia, en la localidad de Guardamar del Segura, y las casas en primera línea. Los vecinos están desesperados.
No es la primera vez que los vecinos con casa en la playa de Babilonia, en la desembocadura del río Segura, denuncian que el espigón construido a principios de los 90 no es seguro ante temporales costeros como el que se vive esta semana.
El agua se cuela por los cimientos y, poco a poco, el deterioro se va haciendo evidente. Muchas fachadas sufren desprendimientos por la erosión continuada y tendrán que ser reparadas.
Un problema que viene de lejos, cuando a principios de los años 90 se construyó un espigón en la desembocadura del río Segura, al norte de este pequeño paraíso que se ha salvado del urbanismo salvaje que ha afectado a gran parte de la costa alicantina y valenciana. Desde entonces, cada vez que se produce un temporal marítimo, el mar amenaza esta playa que empezó a habitarse hace más de 100 años.
Y eso no es todo, porque el espigón dificulta además la salida del agua hacia el mar, y como resultados los nutrientes quedan ‘atrapados’ cuando sopla levante o vientos del noreste. Cuando se dan episodios de lluvias fuertes, además, esto agrava el riesgo de inundación porque el agua no encuentra una ruta de evacuación al mar.