Los hombres se hacen cada vez más intervenciones estéticas. Los retoques también se han puesto de moda entre ellos. De hecho, se han disparado en los últimos diez años. Hablamos de hasta cuatro veces más operaciones estéticas sobre todo dos: la de párpados y las liposucciones para marcar abdomen.
Los menores de 40 años son los piden más retoques y buscan el cuerpo perfecto. Rejuvenecer la mirada es la intervención de cara más frecuente seguida de las corrección de orejas , las infiltraciones de botox y la redefinición de mandíbula. Hace quince años eran muy pocos y mayores de 50 los que decidían cambiar su aspecto.
En los últimos años, el porcentaje de pacientes masculinos de cirugía plástica estética no deja de crecer, situándose a día de hoy en torno al 12 o 15 por ciento del total, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre).
Liposucción: consiste en eliminar los acúmulos de grasa mediante la aspiración de la grasa a través de pequeñas incisiones con cánulas especialmente diseñadas para tal función. Se pueden realizar diferentes tipos de liposucciones: clásica (solo aspiración), lipoláser (asistida con láser, que ayuda a deshacer más fácilmente la grasa y a tensar la piel) o con ultrasonidos (vaserlipo). Las principales zonas tratadas son abdomen, flancos, cuello (papada) y pechos.
Rinoplastia: corrección de la nariz para dejarla estéticamente más bonita o modificar alguna alteración que tenga como consecuencia de algún traumatismo.
Blefaroplastia: eliminación de la piel y bolsas grasas sobrantes de los párpados con el fin de rejuvenecer la mirada y dar un aspecto más joven.
Ginecomastia: es la eliminación del exceso de glándula mamaria en un hombre por crecimiento de esta, ya sea por el desarrollo puberal, por obesidad o por la toma de anabolizantes esteroideos en varones que quieren muscular el cuerpo.