La influencer Dulceida se pone bótox en la frente: ¿Qué riesgos tiene esta intervención?

  • Aida Domènech i Pascual, también conocida como Dulceida, es una de las influencers más conocidas en España

  • La bloguera de Badalona se ha inyectado bótox en la cara para eliminar las arrugas de la frente

  • La inyección de bótox es una de las técnicas más utilizadas: muchos se preguntan cuáles son los riesgos en la cara

Aida Domènech i Pascual, también conocida como Dulceida, es una de las influencers más conocidas en España. La bloguera de Badalona siempre ha destacado por difundir contenido de moda, pero también se ha vuelto habitual verla comentar cosas cotidianas de su vida personal.

Recientemente ha hablado sobre las operaciones y los retoques estéticos a los que se ha sometido. Muchos famosos pueden llevarlo de forma más discreta, pero ella siempre ha confesado todo a sus seguidores en este sentido. La última noticia es que se ha inyectado bótox en la cara para eliminar las arrugas de la frente (ya se había sometido a este proceso para las ojeras).

La influencer anima a llevar a cabo estos retoques siempre que sean por enriquecimiento personal, no por querer parecernos a nadie. Ahora, muchos se preguntan qué riesgos hay en estas inyecciones de bótox:

¿Qué riesgos tiene el inyectarse bótox en la frente como Dulceida?

Las arrugas faciales se suelen combatir con inyecciones de bótox, una de las técnicas más utilizadas en Medicina Estética. El bótox tiene origen en la toxina botulínica, que puede provocar serios problemas en grandes cantidades. Por ello se aplican pequeñas cantidades en estos procedimientos y retoques, para prevenir riesgos.

Cuando la inyección es en los músculos del rostro se bloquean conductos nerviosos que permiten la contracción. Al no haber contracción cuando se relajan los músculos, no aparecen las arrugas. El efecto del tratamiento -que no está indicado para embarazadas, en lactancia o personas con enfermedades neuromusculares- tiene una duración de entre seis y 12 meses, después volverán a aparecer las arrugas.

La técnica siempre debe ser ejecutada por profesionales especializados

Estas inyecciones de bótox son intervenciones que requieren cumplir con la normativa de seguridad establecida. La técnica siempre debe ser ejecutada por profesionales especializados para minimizar los riesgos. Y es que la citada toxina botulínica, de no manejarse de forma correcta, puede provocar una intoxicación y un cuadro de botulismo.

Muchas de las personas que se someten a este tratamiento tienen el temor de que se les pueda paralizar la cara. Pero estos procesos se llevan a cabo actualmente con productos naturales y los efectos secundarios más frecuentes, en caso de aparecer, son leves: entre otros, irritación en la zona, enrojecimiento y aparición de moratones. También puede haber dolor de cabeza y caída de los párpados. Se recomienda consultar con el especialista.