El miércoles se celebra el Día del Donante. Un día que Sofía, una niña de seis años, y su familia celebrarán especialmente. La suya es una historia de fortaleza. La pequeña tenía una cardiopatía congénita compleja e insuficiencia cardiaca severa y después de varias operaciones sin éxito llegó el trasplante de corazón. Ahora se recupera feliz en su casa de Sevilla, aunque debe acudir a revisiones al hospital.
Sofía recibió un nuevo corazón en abril tras 110 días conectada a un dispositivo que es como un corazón artificial y que le mantuvo con vida después una compleja y pionera cirugía cardiaca.
La cardiopatía congénita que padecía Sofía le había llevado a someterse a diversas operaciones que no consiguieron reparar su problema -disfunción biventricular severa e insuficiencia cardiaca-. La gravedad de su estado motivó su inclusión en lista de espera para trasplante cardiaco infantil, una técnica en la que el Hospital Universitario Reina Sofía es referente en Andalucía. De hecho, un trabajo sobre las técnicas innovadores a las se ha sometido Sofía ha recibido el premio a la mejor comunicación en el XXXV Congreso de la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP) celebrado hace unos días.
“La incluimos en código cero en el programa de trasplante cardiaco, siendo conscientes de la dificultad de conseguir un donante idóneo -más complejo aún por la pandemia por Covid-19-. Mientras, los cirujanos cardiovasculares conectaron a la niña a un soporte biventricular mecánico (Berlin Heart) como puente hasta que llegara el trasplante”, ha explicado el jefe de Pediatría, Críticos y Urgencias del Hospital Reina Sofía, Juan Luis Pérez Navero.
Por su parte, los cirujanos cardiovasculares Jaime Casares y Carlos Merino explican que “la situación de especial vulnerabilidad en la que se encontraba el corazón de la paciente nos obligó a optar por una intervención previa al implante del corazón artificial. No hemos encontrado evidencia científica de que esta técnica se haya realizado antes en nuestro país en una situación similar a la de la paciente. Fue todo un reto que no estuvo exento de problemas, si bien Sofía los fue superando”.
El 5 de abril, Sofía recibió su nuevo y pudo dejar atrás el soporte mecánico externo que había bombeado su sangre durante meses. Alejandro Tirado, el papá de Sofía, ha explicado lo complicado que ha sido para la familia la enfermedad de la pequeña. “Nos ha costado mucho trabajo mantenernos de pie día a día, ha sido una vivencia muy dura para nosotros y para la familia y amigos. Aun así, siempre nos hemos aferrado a la fuerza que nos transmitía Sofía de querer seguir hasta en los peores momentos. Ha sido muy difícil pasar por esta situación, pero nunca hemos perdido la fe ni la esperanza”.
En estos momentos, Sofía “está fortaleciendo su musculatura y con ayuda sube escaleras. Cada pequeño paso es un gran logro, aunque aún nos queda mucho camino por recorrer para que vuelva a ser la niña que era. Estamos muy contentos con su evolución y eternamente agradecidos al Hospital Universitario Reina Sofía por el trato que hemos recibido en esta situación tan extrema".
Sofía ya está en su casa de Sofía con sus padres y su hermano, aunque continúa con visitas periódicas al Hospital. Sin la implicación multidisciplinar de decenas de sanitarios un trasplante como el de esta niña no habría sido posible.
En los últimos 12 años, los profesionales del Hospital Reina Sofía de Córdoba, centro de referencia en este tipo de trasplantes en la comunidad andaluza, han implantado una veintena de dispositivos de asistencia ventricular (VAD) como puente al trasplante a niños desde los 15 días de vida hasta los 14 años. El tiempo medio de asistencia ha sido de 91 días, llegando a un máximo de 310 días. La supervivencia ha sido del 70%.