La nevera es nuestro mejor aliado para conservar lo que nos ha sobrado de la cena y hay veces que nos lanzamos a guardar alimentos sin pensar. Meter un tupper con puré o un guiso demasiado caliente, práctica habitual para muchos, no es lo más seguro, y de hecho puede estropear tu plato y el resto de comida de la nevera. Estos son los pasos que hay que seguir para hacerlo bien.
No es infrecuente que se den intoxicaciones alimentarias por comer un plato previamente cocinado y no enfriarlo como es debido. Las bacterias están muy presentes en la comida, y basta dejarlas a una temperatura incorrecta para que proliferen.
Pero es que además, si metes un tupper ardiendo lo que conseguirás es, primero, que se calienten el resto de platos de la nevera, y segundo, que el electrodoméstico tenga que trabajar el doble. Ergo, doble gasto de energía.
1. Deja que se enfríen
A temperatura ambiente los microorganismos proliferan, y por tanto lo máximo que recomienda dejarlos fuera la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) son dos horas, pero si el plato se ha enfriado lo suficiente antes, guárdalo.
2. Distribuye la comida en varios tupper
Puesto que estás buscando que se enfríe lo antes posible para no dejarlo expuesto fuera de la nevera a las bacterias, es aconsejable que metas la comida en diferentes tupper de menor tamaño. Si has hecho guiso para ocho y eráis dos, seguramente meterlo en un solo recipiente hará que tarde más de 4 horas en bajar de temperatura lo suficiente para refrigerarlo.
3. Colócalo en la parte superior de la nevera
Haz hueco en la parte superior de la nevera para que no esté en contacto con otros alimentos porque puede darse contaminación cruzada. El motivo por el que la balda superior es la más recomendable es que ahí la temperatura es más estable, y por tanto el interior del recipiente se enfriará de manera conjunta y no por partes y aguantará en la misma marca antes de volver a sacarlo.