Tanto si se hace por motivos espirituales como si es la parte deportiva lo que lleva a los peregrinos a calzarse las botas y hacer el recorrido, el Camino de Santiago es una de esas rutas imprescindible para todos los amantes de la naturaleza y del ejercicio físico. Un camino señalado por pequeñas flechas amarillas que puede ayudar a descubrir mucho de nuestro entorno y también de nosotros mismos.
Cada año son miles las personas que hacen el camino, con su mochila a cuestas y con mayor o menor ilusión si la etapa recorrida es más bella, más complicada o llegan a ella suficientemente descansados. Una ilusión que va aumentando conforme se acercan a su destino, Santiago de Compostela, no porque vaya a terminar (de hecho, no es raro que quien haya hecho el camino una vez, repita), sino porque finalizarlo es cumplir un objetivo a varios niveles.
Lo más habitual es hacerlo caminando, pero también puede hacerse en bicicleta o a caballo. Además, aunque podamos pensar que el mejor momento para hacerlo es durante las vacaciones de verano, la verdad es que es mejor escoger los meses de abril, mayo, junio, septiembre y octubre, puesto que durante julio y agosto las temperaturas pueden ser demasiado elevadas para desplazarse de manera confortable.
Si en España existe el Camino de Santiago, en otros lugares tienen también sus propias rutas, que recorren con el mismo orgullo y que también se han convertido con el paso del tiempo en lugar de peregrinaje de autóctonos y visitantes. Esto es lo que sucede con algunas rutas japonesas, que se han hermanado con el Camino de Santiago. El hermanamiento es un concepto creado para que lugares de distintas zonas geográficas se emparejen, fomentando el contacto humano y favoreciendo los enlaces culturales.
El Camino de Santiago y el camino Kumano Kodo se hermanaron hace más de veinte años, cuando decidieron dejar sus diferencias a un lado y centrarse en todo lo que les une. Ambas rutas comparten valores y ambas han sido reconocidas por la Unesco como Patrimonio Mundial. El Kumano Kodo recibió este reconocimiento como parte de los Lugares Sagrados y Rutas de Peregrinación en la cadena montañosa de Kii en 2004.
Este camino es la ruta más popular para los peregrinos del oeste de Japón, una red de caminos diferentes que conectan los tres grandes santuarios de Kumano: el santuario Hongu Taisha de Hongu, el santuario Hayatama Taisha de Shingu y el santuario Nachi Taisha de Nachi. Este recorrido une la belleza de la naturaleza y la parte más inmaterial del camino.
También hermanado con el Camino de Santiago es Shikoku Henro, una ruta que pasa por 88 templos y que transcurre a lo largo de 1.200 kilómetros. Se divide en cuatro etapas que simbolizan las fases por las que debe pasar el peregrino: el despertar del viajero, el camino del ascetismo, el camino de la iluminación y el camino al Nirvana. Historia y espiritualidad se dan la mano en este camino.