Conmoción en el barrio chileno de Las Condes tras conocerse la muerte de una madre y de sus tres hijos de 14, 12 y 11 años. El pasado jueves 31 de agosto, el marido y padre de los tres menores encontró el cuerpo sin vida de sus hijos y a su mujer al borde de la muerte.
Fue a las 01:00 horas de la madrugada cuando el hombre, un fotógrafo de profesión, llegó al domicilio familiar situado en el conocido barrio chileno y se dio cuenta de la dramática escena.
Al comprobar que sus tres hijos estaban muertos y su mujer aún presentaba signos de vida, el hombre de 47 años llamó a la Policía para pedir ayuda. Sin embargo, no recibió respuesta por parte de los agentes, según han informado medios locales.
Por eso, el fotógrafo decidió acudir hasta una garita de seguridad que estaba situada cerca de su domicilio para pedir auxilio. Al llegar al domicilio acompañado de los trabajadores de seguridad, tanto el hombre como los otros agentes tuvieron que forzar la puerta ya que, con las prisas, el padre de familia había dejado las llaves puestas.
Una vez dentro de la vivienda, los agentes de seguridad y los servicios médicos tan solo pudieron certificar la muerte de las cuatro víctimas.
En una rueda de prensa concedida por la Policía, Gustavo Aravena, jefe de la Policía en Santiago de Chile, comentaba los detalles del caso. "De manera preliminar, el padre señala que, aproximadamente a la una de la mañana, habría llegado al domicilio, ingresando y constatando que sus tres hijos, sus tres niños, lamentablemente habían fallecido", señalaba el agente ante los medios de comunicación.
Ahora, el caso ha pasado a manos de la Fiscalía Oriente que sostiene que habría sido la propia madre, que padecía depresión, la que habría tomado la decisión de asesinar a sus tres hijos y, después, quitarse la vida ella misma.
Por su parte, el subprefecto de la Policía, Óscar Alvarado, ha pedido precaución y cautela sobre este caso: "En este momento la Policía de Investigaciones junto a su laboratorio criminalística están revisando la evidencia respectiva. Toda esta información será entregada posteriormente al Ministerio Público para esclarecer la situación lo antes posible".
No obstante, los medios locales chilenos han ido publicando informaciones sobre la familia que apuntarían a que la madre, ingeniera de profesión, estaba padeciendo una gran depresión.
Además, también se ha asegurado que, junto a los cadáveres de los hijos y al cuerpo sin vida de la mujer de 48 años, se habría encontrado una carta de despedida. Por eso, los investigadores ahora trabajan bajo la hipótesis de un posible triple parricidio y posterior suicidio.