Pedro Sánchez está dispuesto a dar la gran batalla con la vivienda, que ha colocado como eje central de su discurso social, y con la defensa de Doñana. Faltan menos de 40 días para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y todo se mide en clave electoral. Son los dos asuntos que están marcando la agenda política y con los que el presidente del Gobierno pretende recuperar la iniciativa después de semanas de desgaste con el debate centrado en la profunda división del Gobierno de coalición por la reforma de la ley del 'solo sí es sí'.
La estrategia de Moncloa quedó clara en el pleno del Congreso de este miércoles que sobre el papel estaba dedicado a asuntos internacionales. El presidente del Gobierno tenía que rendir cuentas sobre los últimos Consejos Europeos, la evolución de la guerra en Ucrania y las relaciones con Marruecos pero el protagonismo se lo llevó el nuevo anuncio que hizo sobre vivienda: el Gobierno destinará 4.000 millones a financiar 43.000 nuevas viviendas de alquiler social a precios asequibles.
Además, Sánchez quiso hablar de Doñana sin que nadie le preguntara. En su primera intervención pidió al presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno, que retire su plan para legalizar los regadíos en el entorno del Parque Nacional, "reconozca el error y frene el atropello". Precisamente este jueves visitará Doñana en plena polémica con el Gobierno andaluz. El PSOE quiere enarbolar la bandera ecologista en defensa del medio ambiente y situar al PP junto a la ultraderecha y su "negacionismo climático".
Desde que el Parlamento andaluz aprobó la proposición de ley con los votos del PP y Vox para ampliar el regadío el Gobierno puso toda la carne en el asador y abrió un frente que abanderó la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, acusando a Moreno de "acosador" y "señorito". Los socialistas consideran que el presidente andaluz engaña a los andaluces prometiendo un agua que no existe y tienen a favor tanto los argumentos científicos como la jurisprudencia española y europea.
La vivienda es la gran baza que utilizará el PSOE de cara a la campaña electoral. Todas las encuestas recientes, incluida la del CIS, señalan que se ha convertido en la gran preocupación para los españoles, especialmente para los jóvenes que no pueden acceder a una casa ni independizarse por los elevados costes del alquiler.
Aunque la ley no esté en vigor para el 28M todos sus candidatos municipales y autonómicos -las competencias en materia de vivienda están transferidas- la aprovecharán para reivindicar sus políticas respecto al alquiler y obligarán a retratarse a los dirigentes del PP. El propio Feijóo ha presentado esta semana su propuesta alternativa sobre vivienda que contempla avales del 15% para comprar la primera vivienda, ayudas para la fianza del alquiler y un paquete importante de medidas antiokupación. Ante las amenazas de algunos presidentes autonómicos del PP como Isabel Díaz Ayuso de que no la va a cumplir Sánchez ya avisa: "La ley de vivienda se cumplirá en todos los territorios del país".
El anuncio de Sánchez de las 43.000 nuevas viviendas más las 50.000 que se van a movilizar de la SAREB suman la cifra total de 93.000. Toda la oposición y hasta por Podemos califica la iniciativa como electoralista. La secretaria general de los morados y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, respondió al presidente en Twitter cuando todavía no se había bajado de la tribuna. "Los anuncios pre-electorales del PSOE solo se cumplirán si Podemos sigue gobernando con fuerza", se quejó. Podemos no estaba informado de que el presidente iba a comunicar esa medida.
El PP, en boca de su número dos Cuca Gamarra, habló de "bluff" y de anuncio fantasma en mitad de la campaña. "Es un plato recalentado. Cinco años después, cero viviendas", le espetó Gamarra. Los populares recuerdan que el exministro José Luis Ábalos se comprometió en 2021 a incrementar hasta 100.000 viviendas las disponibles para alquiler asequible.
Sánchez reactivó la pasada semana la ley de vivienda, uno de los principales compromisos del Gobierno de coalición que no se había cumplido por la falta de acuerdo entre PSOE, Podemos y los aliados parlamentarios. El presidente dio la orden de desatascar el proyecto que llevaba meses bloqueado en el Congreso y finalmente se alcanzó un pacto con ERC y Bildu. La ley, forzando los tiempos al máximo, se aprobará la semana que viene en el Congreso.
"Vamos a convertir a la vivienda en el quinto pilar del estado del bienestar", proclama Sánchez que responsabiliza a los gobiernos del PP de haber tratado siempre el tema de la vivienda como una mercancía. El compromiso del Gobierno, en este caso compartido con Podemos, es aumentar el porcentaje de parque público de vivienda para que sea un derecho y "no un problemón como es hoy para la mayoría de los ciudadanos".
"Gestión, gestión y gestión". Lo repitió en varias ocasiones el presidente desde el hemiciclo donde volvió a presumir de que su Gobierno no hace milagros pero España es el país que más crece, donde más se ha reducido la inflación, el que más fondos europeos ha recibido y todo eso con paz social. Exhibió los datos de empleo y de la afiliación a la Seguridad Social con más de 20 millones de afiliados para concluir que las políticas progresistas "gestionan mejor" la economía que el neoliberalismo de la derecha.
Fuentes del Ejecutivo celebran que Sánchez pusiera en valor que el Gobierno toma medidas progresistas para la mayoría social del país frente a un PP que está "desdibujado". Ya avanzan que ha sido el anticipo del nuevo cara a cara con Alberto Núñez Feijóo la semana que viene en el Senado. Insisten en que el líder del PP no tiene programa, que sus propuestas económicas han desaparecido y que está cayendo su valoración como líder. "Nosotros, a lo nuestro", enfatizan.