Las altas temperaturas registradas en gran parte del Sur y centro de la Península no solo han convertido en una pesadilla sofocante los días, también están quitando el sueño a más de uno. Las temperaturas mínimas de 20 grados centígrados o superior durante la noche son consideradas por los meteorólogos noches tropicales, pero la sensación térmica no será la misma en un área del interior que en las costas o en las islas. Repasamos en qué consiste este fenómeno del verano que suele ser más frecuente en nuestro país en julio y agosto, y qué podemos hacer para caer en los brazos de Morfeo en plena ola de calor nocturna.
Las noches tropicales son aquellas en las que el termómetro no baja de los 20 grados centígrados. A esta temperatura exterior se suman los grados de calor que ha acumulado el hogar a lo largo del día, por lo que esas mínimas de interior pueden superar el límite admisible para que el organismo active el sueño con normalidad. Hay que tener en cuenta que la sensación térmica será distinta en el litoral que en el interior, en función también del grado de humedad relativa y el viento.
En el territorio nacional son bastante frecuentes, sobre todo en las Islas Canarias, que ostentan el récord con alrededor de 100 de media al año, la costa andaluza, Baleares, la franja mediterránea y el interior. Solo el norte de España puede presumir de confort térmico durante lo más crudo del verano.
Las noches tropicales que se registran en puntos del centro peninsular como Madrid, Toledo, Cáceres o Ciudad Real, bastante menos frecuentes que en otros lugares, suelen ser, por el contrario, bastante severas, sobre todo en ausencia total de vientos y con una humedad relativa muy baja como está sucediendo en los últimos días.
Los riesgos a la salud están relacionados principalmente con el descanso, una pieza fundamental para que nuestro organismo funcione a la perfección y pueda afrontar jornadas largas y calurosas. Son muchas las personas que reportan problemas graves de insomnio en noches tropicales, que, de alargarse en el tiempo, pueden ser muy negativo para la salud.
Por eso, los expertos recomiendan seguir una serie de consejos muy sencillos con los que ayudaremos a nuestro cuerpo a caer rendido con mayor facilidad.
Es importante bajar la temperatura corporal para que la vigilia se active, así que una ducha tibia corta sería un buen remedio casero. Recuerda que se trata solo de refrescarte.
Se debe rebajar la temperatura de la habitación donde se duerme, ya sea abriendo las ventanas o utilizando un ventilador, que permita la generación de corrientes de aire. Todos los aparatos electrónicos generan calor, sobre todo móviles, televisores, tablets. De tal manera que se aconseja no abusar de ellos. Además, un exceso de exposición lumínica antes del descanso nocturno interrumpe la generación de la melatonina, hormona encargada de activar el sueño.
La ropa para dormir y de cama deben ser ligeras, a ser posible de algodón, y cenar alimentos poco copiosos y en su justa cantidad para facilitar la digestión.