El verano pocas veces entra por la puerta grande como lo está haciendo este año. A menos de una semana de su inicio, las temperaturas en algunas provincias van a superar los 40ºC. Por suerte, las piscinas están abiertas y las terrazas también, pero tomar algo fresquito y darse un chapuzón no será suficiente durante la primera ola de calor del año. Recordemos que algunos colectivos son más vulnerables que otros, como personas mayores, niños, enfermos o embarazadas.
Hemos hablado con José Miguel Mansilla, profesor de Enfermería en Atención Primaria y Comunitaria y Salud Pública en la Universidad Europea, para informarnos de qué es lo mejor para no pasarlo mal durante estos días de tantísimo calor y qué hacer si nos da un golpe de calor.
La mayor parte del país va a estar por encima de los 35ºC y unas cuantas provincias superarán los 40ºC a partir del jueves, pudiendo incluso batirse algún récord de temperatura máxima antes del final de la semana. Va a hacer especial calor en el valle del Ebro y en zonas del centro peninsular, aunque, realmente, únicamente se librarán Galicia, Asturias y Canarias, así que no olvides tomar las precauciones que te traemos a continuación.
La recomendación oficial es evitar salir a la calla durante las horas centrales del día, pero a veces no queda más remedio. José Miguel nos recuerda: "Primero, hidratarnos. Además hay que protegerse bien del sol, con ropa amplia, clara y fina, y proteger también la piel y los ojos. Pero sobre todo hay que beber bastante agua para que la temperatura no nos afecte tanto y no tengamos complicaciones en la salud". Por supuesto, que si sales sea por una cosa importante, no para hacer deporte. Evita temeridades innecesarias.
"Las personas mayores tienen más posibilidades de deshidratarse y sufrir un golpe de calor. Pero además muchas de ellas tienen enfermedades crónicas, como hipertensión o diabetes, y problemas respiratorios o cardíacos". Si toman medicación, es muy importante conservarla bien, si no "con el calor pueden perder efectividad y puede ser peligroso". Pero sobre todo, apunta José Miguel, "muchos mayores viven solos o con otra persona con los mismos problemas de salud. En este caso se tarda más en detectar y en notificar". Por eso es importante prestar atención extra estos días a nuestros mayores y asegurarnos de que beben mucha agua.
Si tienes hijos, evita que vayan demasiado al sol y ponle de todo: gorro, gafas, cantimplora. "En los campamentos escolares también se debe evitar la exposición excesiva cuando hace más calor. Siempre es mejor realizar las actividades en algún aula dentro del colegio", recomienda.
Si empiezas a notar un temblor y sientes que te cambia el pulso o se te acelera, busca un lugar fresquito para sentarte: "Podrías estar teniendo un golpe de calor", afirma el experto.
Por supuesto, si te pasa, bebe agua. Y si no te ves capaz de llegar a casa, pide ayuda. "Si te encuentras a alguien que está sufriendo estos síntomas, llévale a la sombra e hidrátalo y, en función de la capacidad de reacción, llama al 112 (si no es capaz de desplazarse)", recomienda el experto.
Tanto el azúcar como el alcohol (que también contiene azúcar), "aumentan el metabolismo y pueden hacer que pierdas más líquido que con la sudoración normal del cuerpo". Al principio, los refrescos sientan bien. Te refrescan y te sacian, "pero pueden ayudar a que te deshidrates. Lo mejor es el agua".
Quizá no descanses siempre bien porque estás nervioso o no tienes tanto tiempo para dormir como te gustaría, pero si encima le añades varias noches tropicales seguidas, en las que el termómetro no baja de los 20ºC, la tarea se complica. No descansar como necesitas "influye en tu rendimiento y en tu estado de ánimo", pero si encima tienes que conciliar el sueño a temperaturas más propias del infierno, estarás "menos alerta, y tardarás más en detectar los síntomas" en caso de un golpe de calor.
Todo depende de lo borrico que seas, claro. Si te metes diez minutos y te echas al sol durante horas, lo estás haciendo mal. Bañarse continuamente es lo mejor para refrescarse, pero cuando estás en el agua "el sol sigue haciendo sus estrados, sobre todo en la cabeza. Además puedes deshidratarte sin darte cuenta", advierte José Miguel. Disfruta en remojo, salte, pasea por el sol… Pero, después, refúgiate a la sombra.
La masa de aire que nos va a traer esta ola de calor viene de África y es muy, muy seca. Además de caldear el ambiente, nos va a dar algo de guerra para respirar –más todavía en las zonas del país donde va a llegar polvo en suspensión del desierto– y "no da tregua", porque "mantiene unas temperaturas muy elevadas durante muchas horas a lo largo del día".
En cambio, si viajas a un sitio de calor pegajoso y no paras de sudar, ándate con ojo: "El calor húmedo dobla el riesgo de deshidratación".
En 2003 decenas de miles de personas murieron en Europa por una ola de calor que sofocó al continente a principios de agosto. En años posteriores se han dado olas de calor que también han dejado víctimas mortales. Sin embargo, aquí recibimos la noticia de que vienen temperaturas altísimas y sabemos que, en general, no hay qué temer, más allá de lo típico: mejor aparcar los vaqueros largos esta semana, el coche es un horno, etc. ¿Por qué afecta más a la población de Bélgica o Francia?
"En España estamos más acostumbrados a vivir estas diferencias térmicas y estamos más hechos a las medidas de prevención, además nuestro cuerpo sufre menos el contraste. En otros países, los daños son mucho mayores porque es un cambio radical y no están tan acostumbrados a que esto [olas de calor] ocurra".