Sabemos que un día de calor tórrido de 40ºC lo que más te apetece es un gazpacho bien fresquito, pero no te lo recomendamos si lo que quieres es dormir luego decentemente. Tampoco hace falta que te tomes una sopa ardiendo, pero quizá el punto esté en buscar alimentos que estén a temperatura ambiente. La razón: nuestro cuerpo tiene siempre, impepinablemente, 37ºC. Si ingiere algo frío, tendrá que trabajar más para recuperar esos grados, con el consiguiente 'recalentamiento' interno.
Parece una tontería, pero funciona y mejor que muchos otros trucos. Consiste en poner las muñecas o la parte interna de los brazos bajo agua fría durante 30 segundos. ¿Por qué es efectivo? Simple. Estas zonas son por donde el flujo sanguíneo fluye más cerca de la superficie de tu cuerpo.
No te rías, que va en serio. Y si eres fan de la comida mexicana, este 'tip' te va a encantar. Te diremos que el ají contiene capsaicina, un estimulante de la producción de sudor que puede ayudarte a enfriar el cuerpo. Eso sí, no vale para sitios con playa, solo cuando el aire esté seco.
Lo sabemos. Es un incordio con el calorazo que hace pero es un accesorio indispensable este verano, por desgracia. Aquí entran dos factores en juego: cuál protege y cuál es la mejor para no morir del sofoco. No querrás evitar el contagio si eso implica que te dé un desmayo.
La mejor, según los médicos, no es la de tela monísima que te acabas de comprar, sino la quirúrugica o bien las de tipo FFP, qeu filtran el aire. Las de algodón no son transpirables y por tanto no se aconsejan en verano.
Puede sonar cutre, pero en momentos en los que pegar ojo parece imposible esta puede ser tu salvación (siempre y cuando tengas hielos en casa, que esa es otra). Consiste en coger tu ventilador de pie y colocar justo delante un bol metálico con hielo. Se supone que a medida que el agua se vaya derritiendo, creará vapor frío. Si, además, puedes colocarlo delante de tu ventana abierta, lo tienes todo ganado.
De nuevo, un consejo que te tienes que tomar al pie de la letra. Congelar sábanas (sí, metiéndolas en el congelador) es una opción bastante factible para poder descansar en las noches tropicales. Te diríamos que es mejor ir empapado a la cama, pero ya sabemos que la humedad es mala para conseguir un ambiente fresco. Por el contrario, meter las almohadas y las sábanas en el congelador 30 minutos hará que se queden fuera otra media hora frescas. Más te vale dormirte en ese tiempo.
Sabemos que es lo que menos te apetece cuando hace tanto calor y te quieres ir a dormir, pero créenos: una ducha templada te va a salvar la noche más que una fría. La razón es que, con una ducha helada, tus poros se cerrarán y el calor se quedará atrapado adentro, en vez de escapar. Con una ducha tibia puedes bajar la temperatura al cuerpo pero permitiendo que la sangre llegue a la superficie de la piel.
Es lo que a veces tenemos más a mano, pero no es buena idea. El movimiento que implica aumenta el calor interno. Una vez ceses de darte aire, la sensación de calor intenso será notable.