El Ayuntamiento de Terrassa (Barcelona) utiliza drones para localizar e inactivar nidos de avispa asiática en diversos puntos estratégicos del municipio catalán. Esta es una de las actuaciones dentro del plan de geolocalización y control de la expansión de esta especie invasora, que se detectó en Cataluña en 2012 y que, actualmente, está presente en todo el territorio.
Una de las medidas más eficaces para controlar su expansión es realizar el seguimiento de los sus nidos primarios y secundarios, a fin de neutralizarlos, así como retirar aquellos que puedan comportar un peligro para las personas. Para ello, el uso de drones en Terrassa permite realizar tareas de investigación, localización, identificación e inactivación de los nidos
"Este plan tiene en cuenta el ciclo vital de esta especie y la climatología, y, este año abarca cerca de 80 hectáreas, que incluyen espacios cercanos a la riera del Palau, la riera de las Arenas y el parque de Vallparadís y se inició en octubre", explican desde el consistorio en un comunicado.
La avispa asiática suele construir varios nidos y es el secundario, de forma esférica u oval, el que puede alcanzar grandes dimensiones. "Visualmente, es fácil identificar porque parece de papel y se instala, preferentemente, en las ramas más altas de los árboles, tanto en las zonas urbanas como agrícolas o boscosas", añaden desde el Ayuntamiento.
Si los son antiguos, no suelen retirarse de los árboles porque estas avispas no los vuelven a ocupar. Sin embargo, si son activos, se neutralizan y, si es necesario, se retiran.
En cuanto al control y gestión de la avispa asiática o avispa velutina, el Ayuntamiento realizó en 2023 un total de 15 actuaciones, que contemplan la inactivación de nidos en espacios de titularidad pública y la retirada de aquellos que comporten riesgo para las personas. Como también hizo la tramitación de los requerimientos a los titulares de la propiedad privada donde se hayan localizado nidos.
La avispa asiática no es una especie "más venenosa ni más agresiva" que la avispa autóctona, aunque su picadura puede ser más dolorosa. Su principal peligro es para los demás insectos, especialmente por las abejas de la miel, de las que se alimenta.
Esto hace que tenga un efecto sobre la biodiversidad, ya que incide en la polinización, la flora silvestre, y en la producción de miel y cera. Las medidas preventivas a adoptar son similares a la que haríamos con cualquier avispa o abeja:
Por ello, el Ayuntamiento de Terrassa recomienda no acercarse a menos de cinco metros del nido para evitar que se sientan amenazadas: "Si nos encontramos con un nido de forma accidental, las avispas obreras lo perciben como un ataque a la colonia y es entonces cuando pueden picar con el aguijón".
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