La "fuerte expansión" del avispón oriental en la provincia de Málaga es una realidad que preocupa a COAG Andalucía, organización que ha lanzado una advertencia por el "grave" problema que supone en el territorio.
No sólo la proliferación de la avispa asiática amenaza a los apicultores españoles. También crea un "importante perjuicio" la presencia de la Vespa orientalis, especialmente para los malagueños que cultivan miel.
Porque esta especie invasora mata a las abejas y acaba con sus colmenas. "La lucha contra ella está resultando ser insuficiente", lamenta COAG, que apunta a la "falta de medidas" adoptadas por la Delegación Territorial de Medio Ambiente.
A pesar de las "múltiples reivindicaciones" que han hecho, desde que en una reunión el 29 de enero trasladasen a la mencionada autoridad del ritmo de movimiento del avispón oriental. Este verano han comprobado que se ha incrementado.
"Vamos muy tarde y se deben acometer soluciones, pues es un depredador de variedad de insectos", recuerdan al tiempo que aseguran que pidieron otro encuentro con la misma delegación. Sin que "haya sido escuchado".
Insisten en que "en los últimos años su extensión poblacional" está generando daños y ya no sólo para los apicultores. Porque también "puede provocar importantes pérdidas en el sector agrícola, al atacar a frutos, dejándolos sin valor comercial".
En el comunicado emitido por la organización agraria, especifican que la especie fue detectada por primera vez en Cádiz. Luego, ha ido asentándose en otras provincias del sur peninsular. Entre ellas, Sevilla y Málaga, "a gran velocidad".
Además, ya se ha encontrado ejemplares en las provincias de Huelva, Córdoba y Jaén. El avispón suele construir sus nidos "cerca de núcleos urbanos y a ras de suelo". Al tocarlos, pueden producir ataques múltiples, con resultados "fatales".
Su picadura es muy dolorosa e incluso puede originar cuadros alérgicos. COAG Andalucía exige a la Junta que sea consciente de lo que está ocurriendo para dictar urgentes medidas.
Entre ellas, recomiendan la localización y destrucción de sus colmenas, la monitorización o los estudios sobre su comportamiento. Todo lo que sea necesario para frenar el avance que pone en riesgo el ecosistema y a las personas.
Para el responsable sector apícola de COAG Andalucía, Antonio Vázquez, los meses veraniegos son los que más problemas generan en la lucha contra este insecto de gran tamaño. Explica que "es la época de alimentación de sus larvas, por lo que necesita proteína y la obtiene de nuestras abejas".
Así elimina a todas las que se crucen en su camino y seguirá atacando "hasta otoño" si no se actúa "de forma contundente". Al respecto, ha señalado que solicitaron a Medio Ambiente colocar trampas para capturar a las reinas de Vespa orientalis.
Sin embargo, "estas autorizaciones nunca se dieron, al contrario que lo que pasó en otras provincias andaluzas", donde sí se aceptaron. "Aquí están las consecuencias", ha lamentado, concretando la expansión del invasor sobre todo en la costa malagueña. También en los valles del Genal y del Guadlahorce.
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