Este miércoles el Gremio de Restauración de Barcelona presentó tres denuncias contra 100 panaderías con degustación por irregularidades en materia de IVA, incumplimiento de la ordenanza municipal y una relacionada con la inaplicación del convenio colectivo de restauración. La entidad ha asegurado que las panaderías denunciadas hacen de "un incumplimiento sistemático y generalizado de las normas", y también han criticado la inacción de las autoridades municipales que no sancionan estas infracciones.
Los restauradores han arremetido contra la administración por las escasas inspecciones que se realizan en estos negocios. Entre los locales denunciados figuran 3 locales de la cadena Vivari, 12 de 365, ocho de Granier y seis de Santa Gloria; cadenas que son fáciles de encontrar en diferentes puntos de la ciudad condal. Los cálculos del colectivo les han llevado a afirmar que ya han denunciado a un 30% de las panaderías con degustación de la ciudad. Dichas denuncias se han presentado ante el Ayuntamiento de Barcelona, la Agencia Tributaria, la Inspección de Trabajo y el Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat
El director del Gremio, Roger Pallarols ha comentado las consecuencias que encuentra el sector en estos momentos con este tipo de locales y ha arremetido contra las irregularidades que cometen "Queremos que estos devoradores de bares y panaderías tradicionales vuelvan a la legalidad. Es un negocio que se basa en el incumplimiento normativo y en la ilegalidad". Entre las irregularidades que se pueden encontrar según el Gremio, aseguran que este tipo de comercios venden bebidas alcohólicas, prohibidas por la ordenanza municipal o superar los 20 metros cuadrados dedicados a la degustación. Las quejas también vienen por la inacción de la administración con expedientes "que se archivan sin motivo aparente".
Las quejas del Gremio de Restauración de Barcelona también han señalado un nuevo caso de intrusismo, los quioscos de prensan que venden café para llevar. En las zonas céntricas de la ciudad han aparecido en estos últimos meses la reinvención de los quioscos clásicos de toda la vida con unos que ofrecen café para llevar. Los restauradores denunciaron a 10 quioscos por este motivo, que seis meses después, los establecimientos no han recibido ningún requerimiento previo. "Ante inviabilidad para hacer lo que han hecho históricamente, la solución es vender café o comida, actividades propias de la restauración" criticó Pallarols, criticando que se opondrán a estos locales "La forma de salvar los quioscos no es apostar por el intrusismo en el sector de la restauración".
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