Álvaro Prieto, desaparecido el 12 de octubre y cuyo cadáver fue localizado este lunes entre dos trenes de la estación de Santa Justa, murió electrocutado al tocar la catenaria que suministra la corriente eléctrica a los vagones, según ha apuntado el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.
El joven volvía a casa después de haber pasado una noche de fiesta con sus amigos en Sevilla y perdió el tren de Renfe que le llevaba hasta Córdoba. Tras el hallazgo de su cadáver los investigadores están analizando los últimos pasos que dio el joven antes de morir y cómo terminó en el hueco entre dos vagones en el que fue localizado este lunes.
Una cámara de seguridad grabó a Álvaro. En la imagen que manejan las autoridades se ve cómo impacta con algo y cae de manera fulminante sobre el tren:
Álvaro aprovechó el puente por la Fiesta Nacional y se fue de fiesta con unos amigos por Sevilla Este. Tras acabar la noche, aparentemente sin problemas con otras personas, y tras hacerse un último selfie con uno de sus acompañantes, salió de la discoteca sobre las 07:15 de la mañana.
El joven tenía que coger el tren de Renfe Avlo a las 07:35 y de camino avisó a sus padres de que estaba llegando a la estación con un mensaje: "Voy a la parada". Sin embargo, llegó tarde, perdió el tren y no pudo subirse a él.
Al no tener batería ni dinero, el joven comenzó a pensar cómo volver a Córdoba, donde reside. En un primer momento se saltó el control para coger el AVE Sevilla-Barcelona de las 08:55, que hace parada en su ciudad, pero los vigilantes le echan del vagón tras percatarse. Álvaro le explicó a una azafata su situación, pero acabó saliendo de las instalaciones, al parecer por ser expulsado por los empleados de la estación.
Sobre las 9:30, las cámaras de seguridad le captan saliendo de la estación. Álvaro habría comenzado a caminar por la avenida de Kansas City y desde el exterior habría tratado de acceder en dos ocasiones más al recinto ferroviario, incluso por unos túneles exclusivos para uso del personal.
Antes del hallazgo de su cadáver, la última pista le situaba sobre las 10.30 de la mañana en la zona de Las Huertas, donde una testigo situaba al joven, lo que coincide con la aparición de su cuerpo entre dos vagones de la zona de talleres de la estación de Santa Justa.
Las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana a la estación, a escasos 50 metros, captaron en sus imágenes a Álvaro Prieto sobre el techo de los vagones del tren donde este lunes se encontraba el cadáver.
Los agentes de homicidios que están investigando la muerte del joven creen que de no haberse movido el tren, ni siquiera los perros podrían haberlo detectado porque presuponen que el cuerpo estaría en la parte superior de la separación de los vagones.
Este lunes, operarios de la compañía ferroviaria estaban realizando una "maniobra interna, sin prestar servicio de viajeros", por lo que el tren, que llevaba parado desde el 24 de agosto, se movió.
La imagen de la gasolinera capta a Álvaro con vida en el techo del vagón de tren, aunque todavía no se ha confirmado cómo llegó hasta allí, aunque la hipótesis principal es que bajó desde el Puente de Carmona.
En ese punto, donde le captan las cámaras de seguridad, el joven estaba peligrosamente cerca de dos elementos: la catenaria que le da electricidad al tren y el pantógrafo, que es el sistema que conecta con la catenaria.
Alfonso Egea ha explicado en el programa 'Vamos a Ver' que el cuerpo de Álvaro se encuentra en la parte inferior del convoy, pero es imposible acceder a ese espacio desde abajo. Existen unas gomas de caucho que hacen inaccesible ese lugar por seguridad. Sin embargo, por la parte superior del tren el hueco es más ancho y es el lugar por el que el joven pudo entrar en ese hueco al accionarse y moverse el tren.