El séptimo capítulo de ‘La última tentación’ comenzaba con un momento que todos estábamos esperando: la hoguera de confrontación que Isaac pidió para ver a Lucía después de haberle sido infiel con Bela. En ella, la gaditana decidía poner punto final a su relación. La consecuencia era que ambos debían hacer las maletas y abandonar para siempre las Villas.
Lucía llegaba a Villa Playa para despedirse de sus compañeros muy relajada, sin embargo, no iba a ser fácil ni para ella ni para Manuel tener que decirse adiós después de que su exnovio se haya convertido en su mayor apoyo. “La marcha de Lucía me remueve muchas cosas por dentro porque yo la quiero mucho”, afirmaba Manuel.
Después, los dos podían conversar a solas. “Me tiene como tirria”, decía Manuel sobre Isaac. Lucía afirmaba que sí, que como Isaac a él. “Me da igual verte con el que sea, pero con él no, porque es mentira”, le comentaba el gaditano, pero Lucía aseguraba que no iba a volver con él, afirmando incluso que le había visto más feo.
“Que tú eres muy guapa y es un tío muy feo, feísimo. Te tiene el coco roído”, decía Manuel en voz baja. “No vuelvas a caer”, repetía Manuel. “A mí me vas a tener para lo que tú quieras, porque esto que te ha pasado a ti, te lo creas o no, me ha dolido como si me lo hubieran hecho a mí. Es la primera vez que me siento como si me hubiesen puesto los cuernos a mí”, reconocía él.
Después los dos se fundían en un abrazo y reconocían que se alegraban mucho de haber vuelto a coincidir en ‘La Última Tentación’ para poder zanjar de una vez sus cuentas pendientes. “Te quiero y te voy a querer siempre. Todo lo bueno que te pase, yo me voy a alegrar siempre”, decía Manuel mientras se iban juntos a hacer la maleta.
Los dos estaban en la habitación haciendo las maletas de la gaditana, pero Manuel no lo tenía nada claro: “Qué coraje me da que te vayas, yo quería pasar aquí unos días contigo”, decía él. Cuando llegaba la despedida, Manuel se rompía a llorar mientras Lucía le animaba: “Te está dando más pena a ti que a mí”. Después se podría un momento un tanto gracioso, ya que Manuel no quería salir de la habitación para que sus compañeros no le vieran así.