Mientras que el cantante esquivaba la lluvia y 140.000 personas coreaban la música de Manuel Carrasco, en las inmediaciones del Estadio de la Cartuja en Sevilla eran incautados más de 100 kilos de carne en mal estado que podrían haber sido consumidas por los asistentes a los conciertos.
Hamburguesas semi congeladas, beicon en estado putrefacto y salchichas congeladas apiladas en la parte de atrás de una furgoneta sin ningún tipo de control sanitario y saltándose todas las normas de la cadena de descongelado. Así fue como la Policía Local de Sevilla encontró los alimentos que se iban a vender a las puertas del concierto.
Las autoridades también encontraron bebida en malas condiciones almacenada en camiones y decidieron retirar todos los alimentos de la venta y trasladaros a la empresa municipal de basura.
Mario Domínguez Osuna, Subinspector de Policía Local de Sevilla, ha conectado en directo con Joaquín Prat y ha querido dejar claro que las intervenciones se han realizado fuera del recinto dónde tuvieron lugar los conciertos de Manuel Carrasco.
El agente también ha explicado es un asunto completamente ajeno a Manuel Carrasco y que él no tiene ningún tipo de responsabilidad. Ellos realizaron un control rutinario en las afueras del recinto y entre las decenas de vendedores ambulantes encontraron a uno que no cumplía con los niveles de sanidad exigidos. “Las condiciones de almacenamiento no eran las adecuadas, pero se retiene la mercancía para impedir que se pueda producir algún daño. Nuestra actuación se hace de forma periódica y esto demuestra que el sector de la venta ambulante suele cumplir con las normas”.
El Subinspector de Policía Local de Sevilla ha recordado que cualquier ciudadano puede solicitarle la información que considere oportuno al vendedor, desde la licencia hasta el certificado de calidad del producto. Además, pueden llamar a la Policía Local en cualquier momento.