Superada por la presión de la prensa y convencida de que los menores tenían unos derechos que hay que respetar sobre todas las cosas, Ana García Obregón fue la primera persona pública que luchó y consiguió que los medios de comunicación no pudieran mostrar los rostros de los niños menores de edad.
Desde que nació el pequeño Aless, se convirtió en objetivo de la prensa del corazón y según crecía el interés de la prensa por el pequeño y Ana Obregón iba en aumento, hasta que el pequeño se convirtió en el mayor defensor de su madre ante las cámaras.
Ana estaba cansada de “tanta agresividad” y no podía evitar que captaran a su hijo porque iba con ella a todas partes. La situación se desbordó y la actriz prefirió hacer las cosas de forma tranquila y legal “fui al Defensor del Menor, me pasé una mañana entera. Del Defensor del Menor fui al Fiscal del Menor y mandó una nota, un miércoles cuando se cebaban las imágenes en las que se iba a ver a mi hijo desnudo… Prohibió y paró esas imágenes”.
Desde ese momento, Ana García Obregón se convertía en una gran defensora de los derechos de los menores y no paraba de luchar por la causa “da igual que sean hijos de Ana Obregón o la Duquesa de Alba, los niños necesitan ser niños”. La actriz y presentadora consiguió que se pixelaran las caras de los niños en los medios de comunicación y la imagen de su hijo fue la primera.
Años después, Ana ha presentado a su nieta Ana Sandra Lequio Obregón a cara descubierta en la portada de la revista ¡Hola!, no sabemos si es una cuestión puntual o ha cambiado de idea respecto a aquellos principios que hicieron cambiar a la prensa del corazón.