Rota por completo, Carolina Molas, la madre de Iñigo Onieva, se ha puesto en contacto en exclusiva con ‘Ya es mediodía’ para lanzar un grito de socorro, un S.O.S. en el que pide a los medios que se respeto su derecho a la intimidad.
En exclusiva y sin ocultar su profundo malestar, la futura suegra de Tamara Falcó ha hecho un llamamiento en el que asegura ser consciente del interés mediático que tiene “Como madre de Iñigo Onieva soy consciente de la relevancia mediática de su compromiso con Tamara…”.
Pero al mismo tiempo, Carolina pide que se la respete “mi derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen de mi persona…” y es que Carolina asegura haber sentido que han atentado contra “mi derecho al honor y mi dignidad”.
Un grito desesperado, la futura suegra de Tamara Falcó quiere escapar del foco mediático y ruega a los medios de comunicación a que respeten su derecho de ser una persona anónima. Está cansada del acoso mediático y pide que se la aleje del foco.
Isabel Rábago ha explicado que había hablado con ella por teléfono y que han sido las últimas informaciones que se han dicho sobre su relación con Isabel Preysler las que le han llevado a tomar tal decisión.
Asegura que es mentira que haya invitado a la reina de corazones a su casa, que no tienen una amistad y que no quiere que se siga mintiendo. Carolina asegura entender el trabajo de la prensa y la relevancia mediática de su futura nuera, pero ella y sus otros dos hijos son anónimos y no quieren salir en la prensa.
Respecto a la posibilidad de que participen en la exclusiva de la boda, le aseguran a Rábago que la familia de Iñigo Onieva no tiene ninguna intención de participar ni aparecer en ninguna imagen que se haga pública del enlace.