Un hombre fue linchado en el barrio del Junquillo por un rumor que se extendió por el grupo de WhatsApp de los padres de un colegio. Se hablaba que el martes 8 de octubre, el hombre había intentado raptar a un niño cuando lo interceptaron. Días más tarde, se le volvió a ver merodeando, lo acorralaron y la policía tuvo que intervenir para calmar la situación. El hombre no tiene antecedentes ni ninguna denuncia, pero en la calle se cuentan otras cosas. En 'Vamos a ver', hemos entrevistado a dos vecinos del barrio, Francisco y Jesús para que nos cuenten cómo está la situación en el barrio y la información que se está difundiendo.
Francisco ha comentado que "los niños no han ido al cole por el miedo que tienen". Según los vecinos, el origen del caso es el supuesto intento del hombre de raptar a un niño y piropear a las niñas del colegio: "Lo que se está diciendo en la calle es que ese hombre no está bien de la cabeza... que tiene problemas de personalidad". Jesús ha explicado que "como padre no vas a reaccionar bien" y subraya que, cuando se involucran menores, se deberían tomar medidas más duras.
El barrio del Junquillo ha justificado esta agresión y no entienden que tiene que esperar la justicia para detenerlo: "Como padre, si hubiese sido mi hijo, habría sido el primero en pegarle, porque mi hijo está antes que nadie. Le saco hasta los ojos; no voy a dejar que se vaya."
Había tanta gente involucrada en la pelea como personas grabando con sus teléfonos, por lo que hoy las redes sociales están llenas de las inquietantes imágenes del suceso. Varios vecinos habían advertido que, la tarde anterior, un hombre había intentado llevarse a un niño de la puerta de la Iglesia Evangelista El Culto. La madre logró separarlo del niño, y ante el caos, unos agentes de policía detuvieron al hombre. Sin embargo, debido a la falta de denuncias, quedó en libertad tras pasar la noche en los calabozos. Veinticuatro horas después, según los vecinos del barrio del Junquillo, el mismo hombre volvió a actuar. Se espera que el acusado comparezca ante la autoridad judicial para someterse a exámenes psiquiátricos y así determinar el motivo "por el que se acerca a los niños".