Los vecinos del barrio de Ribeira, en A Coruña, ya no pueden más. Están cansados de los continuos conflictos con los okupas, de la inseguridad que se ha instalado en el barrio y de cómo el tráfico de drogas y los robos han aumentado.
Además de tratarse de un edificio okupado, se ha comprobado que se trata de un punto de venta de droga. "Tenemos miedo. Hay mucha inseguridad", se quejan algunos de los vecinos con los que un equipo de 'Vamos a ver' ha podido hablar.
Al ver a los cámaras, los okupas se sienten incómodos y lanzan varios objetos para tratar de echarlos fuera. Los vecinos llevan así cuatro años y no ven que el problema pueda solucionarse a corto plazo.
Nuestro equipo ha podido hablar con uno de estos okupas, que nos ha advertido: "No nos gustan las cámaras aquí. Yo hago de todo... bebo y me drogo cuando puedo. Soy muy peligroso. Normalmente soy pacífico, pero si me encienden me vuelvo peligroso".
"La gente peligrosa es la que viene a drogarse aquí. Hay peleas solo cuando nos faltan al respeto. Si la gente no busca aquí la droga, van a ir a buscarla a otro sitio. Los vecinos ya están acostumbrados", nos ha seguido contando.
Nuestros reporteros también han podido hablar con Alfonso, dueño de un taller próximo a este conflictivo barrio: "Me han llegado a amenazar porque la policía venía a nuestro taller y han llegado hasta a sacarme un arma", comienza a explicarnos.
"Creo que los dejan aquí para tenerlos controlados y que no molesten en otro sitio", nos cuenta. Además, asegura que ya han empezado a cerrar varios negocios: "Han cerrado el bar de aquí al lado porque nadie quiere venir aquí", ha protestado.
Sobre qué soluciones les dan, asegura que no se les ha ofrecido ninguna: "El que pueda que aguante y el que no pueda seguir aquí... pues que se marche. Deberíamos de dejar también de pagar los vecinos la factura de la luz", ha protestado durante el directo.