El gran amor en la vida de Kiko Jiménez, el hombre que ahora convive con Laura Matamoros en Playa Limbo, es, sin duda alguna, Sofía Suescun, con la que ya lleva varios años de relación sentimental.
Una mujer con la que empezó a salir en el año 2019 y cuyo noviazgo se confirmó en el programa ‘Mujeres y hombres y viceversa’ de Cuatro con un romántico beso. Una escena mítica que, seguro, el concursante de ‘Supervivientes’ no olvida. ¡La recordamos!
En el año 2019, todos los medios de comunicación hablaban de Kiko Jiménez y Sofía Suescun y el motivo no era otro que las recientes rupturas amorosas que habían tenido con sus respectivas exparejas.
Los dos eran colaboradores en el programa ‘Mujeres y hombres y viceversa’ y, aunque decían estar solteros, poco tardaron en saltar los rumores que apuntaban a que entre ellos había algo más que una amistad.
Unas habladurías que se acentuaron todavía más cuando salieron a la luz unas fotografías del ahora concursante de ‘Supervivientes’ y la hija de Maite Galdeano juntos en Ibiza disfrutando de unas vacaciones.
Unas instantáneas que Sofía Suescun tuvo que aclarar en directo en el programa ‘Mujeres y hombres y viceversa: “Conté que nosotros éramos amigos, es verdad que especiales… Y, a raíz de hace un mes, la relación es cada vez más intensa”, declaró la ganadora de ‘GH 16’.
La influencer no se veía preparada para confirmar en público su noviazgo con Kiko Jiménez y únicamente hablaba de una amistad especial. Sin embargo, todo cambió tan solo una semana después de aquella comparecencia pública.
Ambos acudieron juntos al espacio de Cuatro y, allí, se confirmó la noticia con un apasionado beso que impulsó Nagore Robles: “No sé por qué os dais dos besos… Yo me muero por veros daros un besillo”, dijo la asesora del amor.
“Este es el programa del amor, nosotros somos consejeros y estamos siempre a favor de obra. Llega un momento en el que recuperas la ilusión, eres feliz y eso es algo que le debo a ella, me encanta”, dijo Kiko Jiménez, antes de darle un beso en los labios delante de todos.
Un apasionado acercamiento que duró varios segundos, nos atreveríamos decir que llegó al minuto, y que dejó claro que entre ellos había mucho más que una amistad. Además, por suerte, contaban con el beneplácito de la suegra: “Veo a mi hija muy feliz”, aseguró Maite Galdeano.