Karina es una mujer que siempre ha suscitado mucho interés entre los espectadores y que ha ocupado muchísimas horas de televisión. Ha participado en varios programas y dado grandes entrevistas que han estado plagadas de titulares a lo largo de la historia.
Una de las parcelas de su intimidad la vimos en Telecinco en el año 1998, cuando la ahora concursante de ‘Gran Hermano Vip 8’ abrió las puertas de su casa de Madrid, en la que vivía con una de sus hijas y con Miguel León, el que era su pareja por aquel entonces.
Viajamos al año 2016 y nos colamos en el que fue el hogar de Karina por aquel entonces. Una casa bastante amplia, con grandes ventanales y en la que no había ni un solo hueco sin decorar. ¡Descubrimos cómo era en el vídeo que encabeza la noticia!
La periodista Maika Vergara fue la encargada de hacer uno de los reportajes más personales de la carrera de Karina, ya que, en el año 1998, se metió en casa de la cantante para mostrar a los espectadores de ‘Día a Día’ todos los detalles de su casa.
En el matinal de María Teresa Campos, pudimos ver los rincones del hogar en el que la ahora concursante de ‘GH VIP 8’ vivía con su por entonces pareja, Miguel León y con su hija, Azahara. Una casa que estaba localizada en Madrid y en la que no había casi ningún hueco sin decorar.
El piso en el que vivía Karina estaba situado a una altura considerable, desde la que la cantante disfrutaba de unas maravillosas vistas de toda la ciudad. Tenía terraza y estaba llena de plantas y flores, ya que era algo que le gustaba mucho a la cantante.
En cuanto a las demás estancias, la cantante cuidaba todos los detalles y no dejaba ni un solo lugar sin decorar. El comedor tenía una gran mesa de cristal con un centro de gran tamaño que la presidía.
La pasión por la lectura de su pareja, Miguel León, se veía reflejada en las estanterías llenas de libros que había y las fotografías de sus hijas dejaban claro que Karina era una mujer de lo más familiar, algo que parece que no ha cambiado con el tiempo.
Tenía las paredes de la casa plagaditas de cuadros y entre sus joyas pictóricas había un cuadro de La Chunga que la cantante guardaba con mucho cariño. Otro de sus muebles estrella era un costurero del Siglo XVIII que era el favorito de la artista.
La habitación de Karina estaba decorada en colores amarillos, verdes y azules, que le recordaban a Andalucía. Además, tenía su cama presidida por figuras de ángeles, ya que ella consideraba que eran criaturas que la protegían.
La casa tenía varios muebles de la época en la que Karina vivió en Marbella, aunque la mayoría eran cosas nuevas y que había comprado a medias con su pareja, Miguel León, ya que para ella era importante que ambos tuvieran cosas “que estrenar de cero”.