Que España ha decepcionado en el inicio de la Euro 2020 no se le escapa a nadie. Dos empates en dos partidos no son suficientes, y Cesar Azpilicueta lo sabe. El defensa español atendió a los medios de comunicación en Las Rozas y dejó claro que el partido ante Eslovaquia es "una final".
"La verdad es que el vestuario está con muchísimas ganas de que llegue el partido del miércoles. Nos hubiese gustado está mejor, pero lo tenemos en nuestra mano. Lo importante en el fútbol es depender de ti mismo y nosotros lo hacemos. Jugamos en casa y es prácticamente un partido de eliminatoria", aseguró.
Su entrada en el once es uno de los cambios que se han barajado para que así Llorente, relegado al lateral derecho en las dos primeras jornadas, pueda adelantar su posición. Sin embargo, el del Chelsea ha confirmado que de momento no sabe nada de boca de Luis Enrique.
"Los 24 jugadores que estamos aquí luchamos por jugar. El mister es el que decide. Lo que tengo en mi mano es entrenar de la mejor forma posible y luchar por el puesto. Veremos a ver las opciones que tomamos pero ahora mismo no sabemos nada", explicó.
Preguntado por su experiencia y su bagaje como capitán, Azpilicueta no mostró ningún miedo y aseguró que saben "cómo actuar".
"Cuando la situación es más favorable es más sencillo. Ahora estamos en una situación que es cara o cruz. Esta selección, en años anteriores, ha podido pasar por ellas y se han ganado Eurocopas y Mundiales. También hay gente joven que es la primera vez que están aquí pero todo te hace ascender. Cada uno tenemos que aportar el máximo. Somos varios capitanes en nuestros equipos, tenemos experiencia en situaciones difíciles y sabemos cómo hay que actuar", afirmó.
Además, se mostró seguro y confiado en conseguir la victoria si son capaces de mejorar los errores que han cometido en defensa: "Tendríamos que controlar mejor las situaciones de contraataque, sobre todo frente a Polonia. Nos llegan pocas veces, pero es cierto que tenemos que ser sólidos en ambas áreas".
Para terminar quiso lanzar un mensaje de optimismo de cara al miércoles y se refirió a la polémica por no haber saludado a los aficionados que fueron a apoyar a la selección: "Es que el grupo de las favoritas... igual Portugal no estaba en 2016 y ganó. Venimos de unas fases finales donde el resultado no ha sido bueno y nos hemos llevado palos duros. Nos lo tenemos que tomar como la oportunidad de ahora".
"He sido el primero que no he pedido nada a la afición. He dicho que nosotros tenemos que animar a ellos también. En el vídeo es verdad que no todos los jugadores saludan. Es un plano corto, pero decir que somos los primeros que nos gustaría acercarnos a la afición para firmar y hacernos fotos. Por la situación de la COVID no lo podemos hacer y siempre que podemos hacemos actos con los seguidores", finalizó.