Vivimos una época en la que cada vez son más los consumidores que demandan frutas frescas de temporada y de origen local. Unas cualidades que cumple a la perfección el limón de Europa. ¿Sabías que este cítrico pasa del limonero al lineal de cualquier frutería de España en solo 24 horas? ¿Y que llega a Berlín o París en una media de 48 horas? El secreto está en el esfuerzo y trabajo diario de un sector altamente profesionalizado y tecnificado que se ha convertido en un referente mundial.
Vayamos por pasos. Los limoneros son árboles sensibles a temperaturas bajas. Por ello, las áreas más importantes de producción y distribución se corresponden principalmente con las regiones subtropicales semiáridas y áridas con temperaturas mínimas superiores a -4o C. Es decir, se adaptan perfectamente al clima mediterráneo, especialmente en el este de España. Murcia, Alicante, Almería y Málaga son las principales zonas europeas de producción de este cítrico dorado.
Más de 20.000 personas trabajan durante todo el año para conseguir que el limón que exprimimos cada mañana en el desayuno cuente con la mayor frescura y calidad certificada. Detrás, hay un modelo de producción, el europeo, que está a la vanguardia en seguridad alimentaria y trazabilidad.
Los nueve millones de limoneros bañados por la brisa del Mediterráneo son una garantía de producción continúa durante 12 meses, ya que la dos principales variedades de limón de Europa, Fino y Verna, permiten que los consumidores tengan a su disposición limón fresco durante todo el año.
Con el compromiso de servir al mercado esta versátil fruta, cooperativas e industria cuentan con una alta capacidad técnica y operativa que controla cada uno de los pasos en el procesamiento del limón para certificar los máximos estándares de calidad, seguridad alimentaria y trazabilidad.
Durante todo el año, 3.000 agricultores se encargan cuidadosamente de la puesta a punto de cada limonero. Cuando el fruto se encuentra en su momento óptimo, 7.000 personas se encargan desde primera hora de la mañana de su recolección. La poda es todo un arte. Requiere de guantes, tijeras y gafas protectoras para proteger a los recolectores que, con una técnica depurada, se aseguran de realizar un preciso corte. Posteriormente, cada limón es depositado en una capaza acolchadas para que no sufra ningún daño.
Cuando concluye el trabajo de campo en algunas de las 40.000 hectáreas de limoneros que hay en la cuenta del Mediterráneo, el limón pasa a las instalaciones donde esperan 8.000 empleados altamente cualificados para lavarlo, secarlo, calibrarlo y envasarlo.
A partir de aquí, una extensa red logística y de distribución equipada con más de 30.000 camiones frigoríficos se encargan de transportar el limón con la máxima frescura y calidad en 24 horas a cualquier punto de España. Y no solo eso. La capacidad exportadora de un sector líder a nivel mundial como es el del limón europeo es capaz de llevar este alimento a cualquier supermercado de Europa en una media de 48 horas.
El limón de Europa, fuente de Vitamina C que ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga, es fruto del esfuerzo y el trabajo de un sector que funciona con la precisión de un reloj suizo, con el 50% de empleo femenino y que durante los últimos años ha experimentado un relevo generacional ya que la media de edad de los directivos de las cooperativas, empresas productoras, exportadores y la industria se encuentra por debajo de los 45 años, tal y como está divulgando la campaña Welcome to the Lemon Age.