Esta es la historia de Miriam. La madrileña se crio en el barrio de Vallecas rodeada de familia y en lo que ella creía que era un entorno normal y feliz. Aunque Miriam no veía mucho a su padre porque era conductor de autobuses y siempre estaba viajando, la niña era feliz cada vez que su padre regresaba y pasaba unos días con ellos. Pero todo cambia cuando un día su madre se encuentra con una desagradable sorpresa al salir de la tintorería en la que trabaja.
Se trata de una mujer con dos niños pequeños que, entre insultos y amenazas, le dice que su pareja José Luis (que en realidad se llama Máximo) es también su marido y padre de sus hijos y que vive con ellos en Alcorcón, a menos de 20 kilómetros de distancia.
Tras este encuentro, José Luis (Máximo) abandona el hogar familiar y pasa a convertirse en un auténtico extraño para ella hasta que, cuando ya es una adolescente, decide buscar a su padre biológico y su historia real: “Ya no soy una niña y necesito que él me dé las respuestas que necesito”.
Tras varios encuentros a escondidas con su padre, Miriam recibe con alegría la presencia de alguien muy especial: su hermano Julián acude junto a su padre a una de sus citas. Con el tiempo ambos perderían el contacto, pero Miriam ahora quiere reencontrarse con él tras más de 20 años sin verse.