Carla Maronda, de 25 años a la que una extraña bacteria le ha dejado sin brazos y sin piernas nos ha contado su historia en 'TardeAR'. Tras lo que parecía que iba a ser una sencilla operación para extirparle un quiste, terminaron indujéndole un coma y, debido a una sepsis, tuvieron que amputarle las extremidades.
Una intervención quirurgica en el mes de marzo le ha cambiado la vida por completo a Carla, tras salir del hospital empezaba a encontrarse mal y tuvo que volver, a medida que pasaban las horas su estado empeoraba y los médicos tenían que inducirle a un coma, estando así 12 días: "Me mandaron a casa diciéndome que probablemente fuera un virus de la tripa, nos dijeron que si la cosa empeoraba volvieramos al hospital".
Ya en el hospital de nuevo, ella relata como vivió todo: "Estaba muy cansada y me costaba mucho respirar. En ese momento me despedí de mi novio y le dije: 'te amo'. Sabía que algo no iba bien, me dice la médico que van a dormirme y mientras están intubandome tuve un paro cardiaco. Me inducen un coma, al día siguiente tengo tres o cuatro paradas más y me despierto 10 días más tarde. Poco a poco empiezan a contarme cosas, fue una situación muy complicada, pero poco a poco fui tomando conciencia de lo que me ha pasado".
Cómo se enteró de que había contraido una abctería y le habían tenido que cortar sus extremidades: "A principio no quisieron darle demasiada información para que no me pusiera muy nerviosa, fue poco a poco. Más adelante yo empecé a preguntar por qué no notaba mis dedos ni mis pies y mis médicos me dijeron que habían tenido que focalizar todo el oxígeno y toda mi sangre en todos los orgános principales del cuerpo para estar viva".
"Me llevé la noticia muy bruscamente y lo primero que se me viene a la cabeza es que mi vida se ha ido a la mierda literalmente y que no iba a poder hacer un montón de cosas que me gustaban", entonaba Clara, que aseguraba que su entorno ha sido muy importante para ir pasando este proceso: "Esto es muy duro, tengo altibajos y a veces el dolor lo saco en rabia y es muy complicado para todos. Mi futuro lo afronto como puedo, vamos a empezar a ponerme prótesis en manos y pies".
Ángel, su pareja, que estaba a su lado durante el directo, decía unas palabras a su pareja: "Solo quiero decirle que confíe en mí, que vamos a salir de esto, que es una montaña muy dura, pero la meta será mucho mejor".