Íñigo Onieva ha viajado hasta Ibiza para vivir unos días de descanso con sus amigos. Sin embargo, 'TardeAR' ha podido pillar in fraganti al marido de Tamara Falcó en un momento bastante 'picante' en el que estaba tomando el sol plácidamente en un chiringuito de las islas Pitiusas.
El empresario ha sido cazado en Ibiza en un momento muy íntimo que le podría pasar a cualquiera. El marido de Tamara se ha acercado a unas hamacas del chiringuito, que es bastante conocido de la isla. Tras esto, se ha sentado en una de ellas para poder tomar el sol, aunque no se ha quitado la camiseta porque el tiempo no ha acompañado.
Íñigo Onieva ha estado bastante aburrido hasta que ha salido el sol milagrosamente. El empresario se ha quitado la camiseta levantando la temperatura de Ibiza. El madrileño se ha quedado solo tomando el sol con un bañador verde con la intención de ponerse moreno, ya que se encuentra bastante blanco.
Para coger más colorcito, Íñigo se ha levantado de la hamaca para recolocarse y cambiar de postura para pillar todos los rayos UVA posibles. El empresario se ha tumbado de nuevo para seguir tomando el sol y ha estado ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor. La mala suerte le ha llegado de nuevo cuando se ha vuelto a nublar, por lo que se ha puesto otra vez la camiseta blanca.
Una vez que se ha vestido se ha levantado lentamente de lo cómodo que estaba y de repente se ha puesto a buscar algo por todos lados. Íñigo se ha quedado totalmente inmóvil mientras estaba de pie, se ha puesto a mirar al mar y el pasaje. Sin embargo, el momento picante del empresario ha llegado justo después.
Parece que Íñigo Onieva ha tenido algunas molestias en todo el cuerpo, pero sobre todo en sus partes íntimas. El empresario ha empezado a rascarse la entrepierna delante de la camarera que estaba intentado cobrarle con el datáfono. Mientras que Íñigo Onieva estaba relajado en Ibiza, Tamara Falco le ha comunicado a la prensa que estaba molesta con los comentarios sobre su posible embarazo.