La última presa que acompañó a Rosario Porto nos da su testimonio en 'TardeAR'. Protegiendo su intimidad y haciéndose llamar Laura, nos cuenta que Rosario se enamoró en dos ocasiones durante su paso por prisión en Galicia y que, en sus últimos meses en Ávila, estaba "muy abandonada".
Laura fue la última presa que siguió los pasos de Rosario Porto en la prisión de Brieva a la que fue trasladada. Nos dice que ella misma le contó que se había enamorado en la cárcel de Teixeiro. Con estas supuestas historias de amor nos habla de un hombre uruguayo y de una presa que le prestó apoyo: "Era una relación de amor, pero de la prisión anterior. Ella me lo contó había cartas que se enviaban".
Sin embargo, pasó algo y es que la mujer se habría enterado de la otra relación de Rosario: "La presa de apoyo fue al polideportivo y los vio manteniendo relaciones. Eso me lo contó ella".
Rosario también le habría hablado de su marido, Alfonso Basterra, con quien asegura que tenía una situación "incómoda" dado que iban a divorciarse. Además, le habría exculpado de todo: "Me dijo que él no era culpable (...) Dijo que no tenía nada que ver, que le daba lástima y yo decía entonces '¿Por qué está detenido? Me lo decía con lágrimas en los ojos".
Le mostró fotos de su hija, de su marido, de su casa... Pero ¿Cómo era? Según Laura, Rosario "cambiaba de personalidades" y mientras en la celda se comportaba de un modo, junto a otras presas cambiaba: "Me decía 'acompáñame a la ducha que me van a hacer algo".
Eso sí, comentaba que Rosario también le habría habado de una situación complicada: "Me dijo que había problemas con la herencia de sus padres, porque se la pusieron a su hija".
Como su presa sombra, Laura seguía los pasos de Rosario Porto en prisión y, en los últimos meses, apreció cambios significativos: "Llegó un momento que no se duchaba, estaba muy abandonada. Ella me decía que iba a hacer algo porque no aguantaba más con esa carga que llevaba".