Después de pasar sus peores días bajo la lluvia en Honduras, una nueva prueba de recompensa llegaba a la playa para alegrar a los supervivientes. El premio: una fantástica cama de aire para mejorar sus noches en Cayo Paloma y un desayuno completo para empezar el día de la mejor manera posible.
Los primeros en enfrentarse al juego han sido los Royales. Tres concursantes, tres barriles y una tabla tendrían que completar el recorrido de principio a fin sin tocar la arena en ningún momento.
Los miembros de ambos equipos, Royales y Fatales, iban a competir esta vez entre ellos. Tras someterlo a sorteo, los Royales se distribuían de la siguiente manera: Ignacio, Marta y Desy, por un lado, y Anabel, Ana y Alejandro por otro.
La estrategia era libre y cada uno de ellos usó la que creía más eficaz. Y, aunque estuvieron muy empatados casi hasta los últimos segundos de prueba, finalmente eran Ignacio, Marta y Desy quienes ganaban la recompensa.
Después de que los Royales disputaran su juego, les llegaba el turno a los Fatales. Misma prueba, mismas reglas. De nuevo, los dos grupos elegidos por sorteo. El equipo de Tania, Anuar y Nacho vencía al formado por Yulen, Kiko y Mariana.