Canales Rivera se ha enfrentado a 'La línea secreta de la vida' con la atenta mirada de su madre Teresa Rivera, que ha subido a la casa de Guadalix, y se ha abierto en canal, desvelando los altibajos que ha tenido a lo largo de los años y que ha detallado en directo.
"Abuelo", la palabra que ha destacado en grande Canales en el inicio de su línea, visiblemente emocionado: "Es la figura más importante que he tenido en mi vida y lo tengo siempre muy presente e intento seguir siempre aprendiendo de las cosas que me decía y cómo me las decía". El torero asegura que se siente "una continuación suya" y cuenta la estrecha relación que le unió hasta que él falleció.
El concursante desvela que su niñez, hasta los 11 años, fue el niño "más feliz del mundo" porque hacía lo que gustaba y estaba con quién quería. Explica la figura de su Tío Paquirri, fundamental en su casa: "Era cariñoso, protector, amable: lo era de todos y yo hacía lo que me gustaba". Hablando de su tío, ha pensado sobre cómo hubiera sido la vida si él no hubiera muerto: "Lo que si tengo claro es que no hubiese sido como fue, a lo mejor yo no estaría aquí y no hubiese tenido las posibilidades de hacer lo que hecho, porque a lo mejor hubiese estado demasiado protegido".
La muerte de su tío hizo que pasaran por años muy duros: "Lo que nosotros sufrimos, física y mentalmente, durante tantos años, sobre todo mi abuelo, mi madre, mi padre, mis tíos. Fue terrible porque era un hombre que no regalaba nada, había que trabajar, pero siempre estaba y teníamos un sitio todos. Cuando eso desaparece, pasamos a no tener ni teléfono, fue muy dramático todo durante muchos años. Y no piensa en nadie como culpable de la situación que atravesaron: "Yo no tengo que echarle las culpas a nadie, lo que yo he sido es porque sucedió todo eso y porque me enseñaron a hierro".
A raíz de esto ha desvelado si ha perdonado a Isabel Pantoja: "Yo sí, claro que sí. La he perdonado, la han perdonado mis tíos, mi madre y la hemos perdonado todos". Cree que "ella lo que hizo fue defender lo que era suyo" y "se equivocó como nos equivocamos todos", lo que les "llevó a muchísimo sufrimiento, pero no solo a nosotros, a todos". Y asegura que "lo que más pena me da de todo esto, es lo que ha sucedido este invierno" y que encima le tenga que "salpicar a un ser tan querido como es Kiko y que tenga que estar pasando ahora por lo que ya pasamos en aquella época". Y recalca que al igual que a él le ·han perdonado, ¿por qué no voy a perdonar yo?": "Tengo millones de defectos, pero no soy rencoroso".
Uno de los momentos que más le han emocionado ha sido al hablar de sus hijos: "Me convierto con 31 años en padre de dos maravillosos seres que son mi pasión". De los que quiere que "estén orgullosos" de él y a los que echa de menos "siempre" y más en la mala semana que está pasando en la casa de Guadalix.
Cuando le han preguntado por su expareja Isabel ha tenido bonitas palabras de ella, aunque no ha querido entrar mucho en el tema: "Las cosas necesitan su curso, su momento y a lo mejor yo me he equivocado o ella, pero esa parte me gusta dejarla para cuando salga". Y es que no ha querido destacarle en su línea, aunque es una persona de la que ha aprendido mucho y a la que tiene que agradecer, ni tampoco ha querido hablar del mal momento que atravesaron por su desliz con Cynthia, que lo define como una anécdota: "Ella en la línea de mi vida no significa nada, para mí no es importante".
El torero también ha tenido tiempo de explicarse, después de que haya salido a la luz su secreto 'extra': "Cambié el testamento de mi abuelo sin su aprobación". Canales cuenta que su abuelo "le quería dar todo" y que cuando se puso malito "no tenía testamento", por lo que él quiso organizar todo y para cambiar su nombre, por el de su madre, ya que ella había cuando de su abuelo en los peores momentos.