Jorge Javier Vázquez quiere zanjar su conflicto con Teresa Campos, de hecho, no quería volver a hablar del tema pero no puede consentir que se le acuse de haber sido él quien animó a Teresa Campos para dar una entrevista en ‘Sábado Deluxe’: “Juro solemnemente que no la convencí, me llamó ella y le dije ‘pues vente”.
De hecho, está dispuesto a poner su teléfono a disposición de quien sea necesario para que se vea quién llamaba a quién. Además, a quien le está criticando por atacar a Teresa por su edad, responde: “Creo que la edad no debe ser un motivo al que agarrarse ni justificación alguna”.
Todo lo ocurrido le ha hecho reflexionar y cree haber dado con la “tecla” en algo: “Nos estamos enfrentando a unas personas que sus coordenadas mentales son muy distintas a las nuestras, totalmente distintas, una realdad distorsionada. Teresa vive instalada en una permanente manía persecutoria”.
Y, para explicar a qué se refería, nos ha puesto varios ejemplos. El primero llegaba con imágenes: las del día en que Lydia Lozano se caracterizó como Kiko Matamoros en ‘Sálvame’. Fue una época en la que todos se disfrazaban de sus compañeros…
Sin embargo, Teresa Campos hizo una lectura muy diferente que nos transmitía Jorge Javier Vázquez: “Estaba convencida de que este programa había transformado a Lydia en Kiko para reírse de los efectos provocados por la quimio en Terelu. Ante eso ¿Qué hacemos?"
Además, cree que ven “enemigos imaginarios” y para ello nos ha contado que cierto día, Teresa Campos le llamó con una voz “de ultratumba”: “Me dijo ‘tú lo sabías, tú sabías que iban a quitar a Terelu del ‘Deluxe’ e iban a poner a tu amiga María Patiño”.
El presentador no lo sabía, de hecho se enfadó tanto con María como amiga como con los productores por no avisarle: “Creo que Teresa se llegó a imaginar que yo había maniobrado cuando me acababa de enterar de rebote… son años y años de manía persecutoria”.
Pero hay más y es que, según el presentador, María Teresa se ha rodeado de personas que no le enfrentan ni le dicen la verdad y, como ejemplo, nos contaba que en el trabajo, cuando aumentó de talla descosían las etiquetas de la ropa para que no viera la nueva talla. También aputnaba que, cuando los datos de audiencia bajaban, le decían que las máquinas se habían roto.