Jessica Bueno y Kiko Rivera acaban de protagonizar una comentada polémica a raíz de la celebración de la comunión de su hijo, el primero para ambos. Sin embargo, no es la primera vez que la ya expareja tiene problemas de este tipo…
El 9 de noviembre de 2012, Jessica Bueno y Kiko Rivera salían de la Clínica Sagrado Corazón de Sevilla con su primer hijo en brazos, Fran. La modelo aseguraba ser la mujer más feliz del mundo mientras su marido intentaba hacerle hueco entre la gran cantidad de medios de comunicación que les esperaban.
Sin embargo, la pareja no tardó mucho en separarse. Kiko Rivera dio la noticia en Twitter asegurando que la separación se había producido de mutuo acuerdo...
Pero Jessica nos contó otra versión en la revista ‘¡Hola!’: “Sigo enamorada de Kiko pero cuando no es correspondido, no hay nada que hacer”.
La polémica surgió pronto y es que parece que la modelo no quería aceptar la custodia compartida de su hijo con el DJ. "Jessica Bueno no acepta que el niño pase ni una sola noche con Kiko Rivera", decía Kiko Hernández.
Un año después, Jessica comenzó la relación con su actual marido, Jota Peleteiro, y se mudó a Éibar con él y su hijo. ‘Sálvame’ emitía un reportaje de investigación en el que nos mostraba la vida discreta de la modelo junto a su hijo y alejada de los medios de comunicación.
Pero los problemas continuaron, según Kiko Hernández, Jessica no quería que su hijo pasara ni una noche con su padre y esto se tradujo en momentos incómodos en los que recogían a su hijo alejados o en sitios como un aparcamiento: “Ni aunque me paguen entro yo allí”.
Kiko no fue el único, Jessica empezó a huir de la presencia de la prensa y protagonizó un encontronazo el día del cumpleaños de su hijo.
Pero no todo fueron problemas. Jessica Bueno y su marido se dieron el ‘sí, quiero’ en una ceremonia de ensueño en la que la modelo se sintió una auténtica princesa. Además, su enlace coincidió con el inicio de una cierta calma en sus problemas con el DJ.