Con un zapateo y una larga entrevista en la que participó hasta su propia madre, Antonino Canales se convirtió en colaborador oficial de 'Sálvame'. Y, como le ha pasado a todos los colaboradores, él ha entrado en el punto de mira de la cúpula y se ha bautizado en la primera "encerrona" del programa.
Paz Padilla le ha dado una caja en la que había cosas relacionadas con un 'secreto' suyo y, al ver un ladrillo, Canales ha atado cabos y lo ha vinvulado con un problema inmobiliario grave que tuvo en el pasado y que todavía no ha podido resolver. Así nos hemos enterado de que una expareja le "robó" su casa de Sevilla.
“La persona o el personaje con el que yo estuve después de mi mujer se quedó con mi casa de Sevilla. Yo la puse a su nombre cuando tenía problemas con Hacienda porque mis hijos eran menores y porque estaba muy en el amor en este momento, y no podía tenerla a mi nombre. Más tarde, cuando le pedí que me la devolviera y no lo hizo".
Canales ha reconocido que esa situación no se ha resuelto en el presente y que la casa está "cerrada y sin venderse". Además, ha confesado que le debía dinero a una persona a la que le dejaba que se llevara el atrezzo de sus espectáculos.
Después, un hombre llamado Miguel, dueño de un trastero de Sevilla que, según su versión (porque no hay ningún contrato firmado), ha acusado a Antonio Canales de no pagarle el alquiler “desde hace 18 años” y de deberle nada más y nada menos que 38.880 euros. El colaborador ha negado la mayor y le ha contestado claramente: “No te voy a pagar”, cosa que ha dejado flipando a sus compañeros.