Anabel Pantoja ha confirmado su ruptura con Omar Sánchez, niega que haya habido terceras personas y nos habla de cierto "desgaste" como motivo de la separación. Todo empezó con el regreso de Omar de 'Supervivientes', notaba su relación "dormida", ella necesitaba "algo más" y a esto se suma la presión por la boda y algo "personal" que le sucedió y que la "marcó".
Pasado un tiempo del regreso de Omar del reality en el que concursó, Anabel se dio cuenta de que no avanzaba: “Yo estaba cambiada, él estaba tocado y no es que se me quedara pequeño, al revés, a lo mejor la que no ha estado a la altura he sido yo, pero veía todo muy dormido”, confesaba.
A esto se sumaron los preparativos de la boda que, aunque inicialmente solo iba a ser con los amigos más íntimos, al final se replanteó, fue más grande de lo que pensó y supuso una auténtica montaña rusa: “Hubo prohibiciones, malos entendidos, lo de mi abuela… Yo ahí quería salvar todo, porque mi mundo lo veía con él allí”.
No llegaron a la boda con “plenitud” como pareja, si tuviera que darnos una cifra sería al 60% y después la cosas no mejoraron. Anabel se marchó a Cantora a vivir el duelo por la muerte de su abuela y a su regreso, cuando esperaba que empezaran las ilusiones, le sucedió algo “personal” que la “marcó”.
“Me pasa eso y seguimos adelante”, narraba Anabel: “Ahí es cuando me noto rara”. La colaboradora no quería entrar en detalles, pero las interpretaciones sobre sus palabras surgían...
Gema López transmitía que, para ella, lo que Anabel sufrió fue una “decepción” con su chico, Anabel no la contradecía, alguien transmitía estas palabras a Omar y, al parecer, provocaban su enfado.
Sin embargo, la colaboradora aclaraba que ella nunca ha dicho que su chico no haya estado a la altura. Quizá haya dicho que no lo estuvo la primera hora, pero luego sí se mantuvo “al pie del cañón”: “Yo no he dicho que él no esté a la altura”.
Por otro lado, Anabel narraba que tras la boda esperaba que comenzara una época diferente, pero no encontró lo que buscaba: “Vinieron proyectos, no nos pudimos ir de luna de miel, había que cumplir con mi agenda… y por su parte lo que vi fue una relajación plena”.
Ella le entendía, pero necesitaba “algo más”. Hablaron, Omar aceptó que estaban distantes y ella le hizo entender: “Le dije que no quería que me abrazara porque se lo hubiera pedido, sino que teníamos que plantearnos por qué no nos sale abrazarnos”.
Quiso replantearse la situación, echarle de menos… Y se fue a Sevilla de viaje, pero no consiguió su objetivo: “No me salía, le quiero como a nadie, pero ya fin de año lo pasamos separados”. Anabel no pudo viajar por el Covid-19 a Sevilla, así que unos amigos se desplazaron para estar con ella y fue tras esos días cuando tomó una decisión: “No quería seguir engañándole, ni a él ni a mí, me senté y le dije que ya no me notaba igual. Hay amor, cariño y afecto, pero no hay más”.
Él le pidió que se lo replanteara, ella le prometió que así lo haría, pero no podía seguir en casa junto a él simulando algo que no sentía: “Él a mí me ha sábado, me he sentido querida, adorada, admirada… pero después de la boda, no es que no me sintiera querida, es que a mí se me fue”.
“Yo no quiero dejar de verle, le he pedido que cuando él quiera, quiero compartir con él, pero necesita su tiempo”, nos decía Anabel, que ya se ha buscado un sitio para pasar estos días: “Llevo con novio desde los 15 años, ahora me entrará pavor pero voy a hacerlo porque me lo debo”.