Rocío Carrasco ha vuelto a Chipiona y las cámaras de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ la ha acompañado en este viaje tan emotivo. Nada más llegar, la hija de Rocío Jurado vivió un bonito reencuentro con su tía y su prima Ani. Lloraron y se abrazaron. Luego fue a visitar a otros muchos familiares porque, como ella misma ha repetido varias veces, no está sola. “Mi familia es muy amplia”, explicó.
Rocío Carrasco también acudió al cementerio en el que está la tumba de su madre, Rocío Jurado. No lo hizo a la vez que el resto del clan Jurado-Mohedano, sino que prefirió un ambiente más íntimo. “Fue muy duro, pero a la vez gratificante”, explicó.
“Me ha servido de mucho. Me sentí triste en un primero momento, pero después amplia y llena. Dije ‘un pasito más que hemos dado”, reveló durante la entrevista en directo.
Rocío tenía esa barrera, pero logró superarla. No estuvo mucho tiempo en el cementerio. Según cuenta, miró a la cara a la estatua de su madre, le dijo que la quería, dejó las flores y luego se marchó, entre lágrimas. Su familia la esperaba para darle un abrazo reconfortante.
A pesar de que allí no habló con Rocío Jurado, la protagonista de la docuserie cuenta que lo hace a menudo en su caso. “Hablo con ella de continuo, reveló.
Ahora que ha superado otra de sus limitaciones y de que ha vuelto a Chipiona, Rocío Carrasco ha revelado que le gustaría comprarse una casa allí.