Después de aportar numerosos documentos sobre su nulidad matrimonial, los estudios periciales que le hicieron como madre (y a Antonio David como padre) o las traiciones que sufrió por parte de las niñeras de sus hijos, Rocío Carrasco aborda en el capítulo 7 la firma de la custodia compartida de sus hijos.
Cansada de oír a Antonio David en los programas de televisión quejándose de que no veía a sus hijos el tiempo suficiente, Rocío decide compartir la custodia de los niños cada 15 días, sin que eso le costara ningún precio a Antonio David, como él mismo dijo posteriormente en un plató. La hija de Rocío Jurado pensaba que así cesarían las quejas y las críticas por parte de su exmarido, pero no fue eso lo que pasó.
Antonio David siguió hablando de los niños en los platós y, en concreto, Rocío no había visto unas imágenes en las que Antonio David habla de su madre y de Ortega Cano, de forma muy despectiva. Estando en un programa, Antonio David comentó que su hijo, David, cantaba muy bien "como una ola" y las tertulianas le preguntaban si cantaba como la abuela o como Ortega Cano, con quien pasaba mucho tiempo: "Como su abuela, que comparten sangre", respondía Antonio David.
Sin embargo, al hacerle alusión de que no solo es cuestión de sangre, sino que al convivir con Ortega Cano "todo se pega" Antonio David hizo un desafortunado comentario: "Sí, desde luego, de hecho, he visto a mi hijo con faldita", añadió Antonio David.
Un comentario que Rocío nunca había escuchado. "Me parece muy fuerte lo que acabo de oír, no lo había visto nunca y prefiero no decir nada", ha contestado Rocío, verdaderamente sorprendida.