En uno de cada tres países en el mundo, ser gay puede estar condenado hasta con la muerte. Por eso que Víctor Gutiérrez dijera públicamente que le gustaban los hombres fue un gesto heroico al visibilizar la homosexualidad dentro del deporte de élite. Fue el primer waterpolista del mundo en hacerlo.
"En la piscina nunca me he sentido discriminado, pero sí he sido testigo de waterpolistas que han sufrido homofobia, de deportistas que han tenido que dejar el waterpolo y de personas que han sufrido insultos. La homofobia está tan arraigada en nuestro lenguaje que es difícil que eso lo podamos deconstruir", señalaba.
En 'Quijotes del s.XXI', Víctor ha contado cómo personalmente se enfrentó a sus miedos de contar a su entorno que era gay. Pero que a partir de la aceptación de sus seres queridos se atrevió a ser uno de los primeros deportistas españoles en decirlo abiertamente.
"Se abrieron dos caminos: continuar con mi carrera o hacerlo público. Hacen falta referentes positivos. Hace falta que los chicos y chicas sepan que se puede ser deportista de élite y gay", apuntaba. Fue así como en 2016 Víctor protagonizó la portada de la revista 'Shangay', teniendo repercusión a nivel mundial.
A partir de ahí Víctor se ha convertido en activista LGTBI+ concentrándose especialmente en el apoyo a los jóvenes. Además se ha formado para ayudarles: "Nunca me han venido a hablar en el colegio de diversidad sexual y decidí formarme como educador. Nadie se merece pensar que por ser gay o lesbiana hay algo malo en él o que merece menos cariño o respeto".
Víctor es un Quijote que piensa seguir luchando para que se normalice que las personas quieran a quienes deseen. Cree que el primer paso para dar visibilidad en el deporte es que se penalice la homofobia, cosa que no está tipificada actualmente. "Vamos a perseguir que no se puedan producir cánticos de homofobia en ningún estadio", propone como ejemplo.