Después de un largo camino, Sheila se enfrentaba al momento más difícil e importante de toda su trayectoria por el programa. Nuestra bachelorette tenía que decidir con cuál de sus dos finalistas deseaba continuar su historia fuera.
Miguel se convertía en el elegido. Ambos se dedicaban unas románticas y sinceras palabras y terminaban dándose un increíble beso de película. Pero, cuando todo parecía haber terminado, el pretendiente volvía a sorprender a Sheila una vez más.
“Yo te quiero dar otra cosa”, decía tras haber recibido la última rosa. Miguel se echaba la mano al bolsillo. “Puede que no sea el anillo de nuestra boda, pero sí me apetece que sea el anillo que defina un camino que solo quiero recorrer contigo. Es por si lo aceptas”.
Nuestra bachelorette, muy emocionada, se quedaba sin palabras. Respiraba hondo y sonreía: “Por supuesto que sí”. Él le ponía el anillo y se sinceraba una vez más: “Solo quiero decirte que lo que siento por ti es real y que no voy a dejar de demostrártelo. Es que estoy muy feliz”.
Ambos se fundían una vez más en un romántico beso, mientras se decían ‘te quiero’ y todo el equipo del programa aplaudía la escena.