Hace apenas unos días, Verdeliss daba a luz a su octava hija. La exconcursante de 'Gran Hermano' optó porque la niña naciese en su casa y en una piscina junto a toda la familia. Pero este precioso momento que Verdeliss ha querido compartir en sus redes sociales no ha estado exento de polémica. La navarra que ha tenido que hacer frente a fuertes críticas por no tener a su hija en un hospital, también ha recibido una oleada de aplausos por visibilizar una realidad que, aunque no es la convencional, sí es frecuente.
Y Verdeliss deseaba poder hacerlo ella también. Es más, su vínculo y pasión por la maternidad y esta forma de dar a luz en la intimidad del hogar la llevaron hace años a formarse como Doula (profesión muy estigmatizada que desconocemos si llegó a ejercer o no en algún momento), para poder atender y acompañar ella misma a otras mujeres durante el parto.
La exconcursante de 'GH VIP' se enfrentaba a su séptimo embarazo con los nervios del primero y los miedos del sexto – aquel que seguimos en directo durante su participación en el reality de Telecinco. Tras nueve meses de emociones, la navarra daba a luz en un parto velado, un fenómeno que ocurre una de cada 80.000 veces. Sin embargo, que Deva haya nacido enmantillada no ha causado tanto revuelo como el hecho de que Estefanía Unzu haya querido traer al mundo a su pequeña en su propia casa.
Decidida a no tolerar que se la juzgue y a poner fin a este debate que ha surgido de una decisión suya muy personal, Verdeliss se ha defendido a través de su perfil de Instagram, lugar en el que ha dado a conocer los últimos acontecimientos de su vida. En un principio, la influencer ha revelado que pensó el no dar el detalle de su parto en casa para "autoprotegerse" pero que luego cambió de opinión.
No es la primera vez que la mamá de Aimar, Irati, Laia, Julen, Anne, Eider y Miren intenta tener a sus hijos en casa, sin embargo, por unas razones o por otras, su parto soñado jamás había podido producirse. Una realidad que ha tenido lugar finalmente con la llegada de Deva, que llegó al mundo en una pequeña piscina hinchable, ubicada en el salón de la casa familiar, y rodeada de todos sus hermanos.
Unzu por fin cumplió su sueño y, acompañada por un equipo de matronas, trajo a su hija Deva al mundo. Estaba la opción de poner "la típica estampa instagrameable más el pie de foto relatando fecha/peso…o ser fiel a mí misma y compartir la realidad de nuestro parto despojándome de miedos", ha explicado. Esto era su primer ideal al reconocer que "el parto en casa no está muy bien visto (al menos en este país)", tal como apunta. De hecho, utiliza una frase concreta para describirlo "está estigmatizado" y en un principio se sentía débil como para poder tolerar juicios, aunque ahora ha cambiado de opinión.
"Durante el embarazo, lo tuve claro: guardamos para nuestra privacidad el deseo de dar a luz en casa. Fueron meses de visitas a @magale.eus. Ilusiones, organizar preparativos… donde prioricé mi salud emocional. Si nadie lo sabía, a nadie otorgaba el poder de dañarme. Porque lamentablemente, el parto en casa (al menos en este país) está salpicado de mucho estigma… y yo me sentía especialmente vulnerable a juicios", reconoce.
"Y entonces nació Deva… y llegó el momento de dejarme fluir. ¡¡¡Y este postparto me ha sorprendido!!! Lejos de debilitarme, me ha hecho fuerte. No sólo me siento preparada, la razón y el corazón me pide gritar al mundo que existe nuestra forma de parir. Porque ocultarlo significa afianzar la idea de que “no está bien”… porque para normalizar, hay que empezar por visibilizar", apunta orgullosa de este logro.
No me entendáis mal. No se trata de abrir debate parto en casa VS parto en hospital, no quiero convencer a nadie (¡¡¡ambas opciones son lícitas, maravillosas y válidas!!!) Se trata de desmitificar, se trata de que sea cual sea nuestra opción, podamos encontrar el respeto que merecemos. Se trata de estar informadas, solo así se toman decisiones libres", continúa mientras recalca que, en partos de bajo riesgo, los índices de mortalidad no son mayores a los del hospital y finaliza su alegato pidiendo respeto. "Empecemos por tener esto presente, cuando vamos a señalar con el dedo…toda madre y padre desea lo mejor para su bebé".